Mientras el gobierno de López Obrador ha dado rienda suelta a la libertad de expresión. Ahora es a él a quien le ordenan callarse sobre ciertos personajes y ciertos temas. Qué eso no es propio de las tiranías. 

Y quién es el tirano en este caso. Una institución electoral, es decir mucho menor en jerarquía, pero con tintes tiránicos desde hace unos 5 años más o menos. Integrada en su mayoría por amigos, empleados o correligionarios nombrados por presidentes anteriores, que no democráticamente, cuando ellos son los garantes de la democracia en nuestro país. 

Y cómo pueden serlo si ellos no conocen en carne propia la competencia democrática. Ellos conocen los nombramientos como imposiciones de grupo, de partido, por pago de favores o en espera de la devolución de ellos a ese nombramiento. Siempre alineados a su grupo ideológico. Y en espera de línea, u órdenes para actuar en consecuencia, siempre a favor de sus patrones. Es decir, a los hombres del poder y dinero.

Mientras los medios de comunicación gozan de plena libertad para difundir notas mentirosas, fotografías alteradas, actos ocurridos en otros países y achacados al gobierno de México columnas y editoriales mentirosos y difamatorios.

Y a la máxima autoridad, el presidente más aceptado en la historia de este país. El INE le ordena, si ordena, como si fuera su empleado, no tocar ciertos temas o ciertos personajes. 

Como las corruptelas de Xóchitl Gálvez, los malos manejos de algún personaje político o de alguna fuerza política. Llegan al extremo de manera ignorante y tendenciosa de pedirle no hable de conservadores u oligarcas, como si fuera un partido registrado y en competencia electoral. ¡¡¡No bueno!!!.

Y por otro lado los jueces o ministros de la Suprema Corte de Justicia nombrados, que no electos, por las mismas fuerzas oligárquicas, es decir los hombres de poder y dinero le ordenan, bajo pena de sanción no hablar de asesinos, torturadores, cómplices, corruptos y con muchos cargos más como el caso de Tomás Cerón, torturador de jóvenes en el caso Ayotzinapa, con videos probatorios o como cómplices de feminicidio como el multi acusado, multidetenido y multi absuelto por los pantalones de los jueces, el fiscal de Morelos, Uriel Carmona. Pero a pesar del escándalo mediático por el mal manejo del asesinato y tortura de la joven Ariadna Fernanda.

A pesar del feminicidio, no vemos a ese grupo tan famoso de mujeres de negro que dicen defender a las mujeres y con ese pretexto hacen manifestaciones destrozando todo a su paso que más parece un grupo de choque manejado por intereses políticos en contra de AMLO, que a favor de las mujeres ya que ellas mismas han atacado mujeres policías y a todas aquellas que critiquen o reprueben su violento irresponsable e ilícito proceder. No las vemos protestando en la fiscalía de Morelos o en la Suprema Corte por su proceder en favor de los verdaderos feminicidas.

 O el caso del hermano de “El Mencho”, Antonio Oseguera, detenido en posesión de cocaína y 5 armas de fuego, que la jueza Abigail Ocampo Álvarez, del Estado de México, determinó que no eran suficientes pruebas, para acreditarle que pretendía venderla y de las armas que no se prueba que fuera a cometer un delito. ¿Y su probada relación con el cártel de su hermano?, no será prueba suficiente para encarcelarlo y extraditarlo como piden los vecinos del norte.

La última y nos vamos. El caso de un tribunal federal que deshecho la orden de aprehensión en contra de Genaro García Luna por enriquecimiento ilícito, presentado por la Fiscalía General de la República. Como si no fueran notorias las propiedades y fortuna del consentido del expresidente Felipe Calderón. Ahora preso en Estados Unidos.

Pues de qué lado está la justicia mexicana o decirlo de otra manera, ¿Cuánto cuesta la justicia en México?