La verdadera ideología de la derecha es la hipocresía, sus principios y su ambición por los negocios amparados por el poder. Eso queda comprobado y más que comprobado con los recientes casos de “Alito”, el cártel inmobiliario y los grandes negocios de quien se dice la candidata de la alianza opositora a la presidencia de la República, Xóchitl Gálvez.
Comencemos con el primero y sus discursos de odio hacia el partido Morena, en especial contra el presidente López Obrador. “Tienen un país en ruinas” En ruinas tiene él a su partido, el tricolor. Se ve que no revisa los datos del crecimiento económico del país.
Tampoco está enterado de todas las obras que se están haciendo en todo el territorio.
Hospitales bien terminados con todo el equipo requerido y dotado de personal médico y enfermeras.
Las carreteras de mano de obra en pueblos marginados, las universidades, las presas para resolver problemas de agua en diversas zonas.
Ya no digamos las obras emblemáticas como el Tren Maya, Los aeropuertos, construcción de la refinería Olmeca, así como la rehabilitación de otras que estaban en ruinas y la compra de Deer Park.
La rehabilitación del Lago de Texcoco, el Tren Suburbano México- Toluca, El corredor Interoceánico. Ya le paro si no, no termino.
Por otro lado, el panista, siguen saliendo manejos turbios en las construcciones de edificios en delegaciones del partido azul. Es decir, el cártel inmobiliario sigue creciendo entre exdelegados, delegados, funcionarios y sólo en la Ciudad de México y si investigaran a los gobernadores y sus cochupos con las constructoras e inmobiliarias, permisos para talar cerros, para perforar pozos. Convertir tierras ejidales en propiedad privada o reservas protegidas en condominios particulares.
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Y por último la tan de moda “indígena de piel blanca”, que se encadenó en una cural del Senado de la República para exigir nombramientos en el INAI y como no si de ese instituto han salido los mejores contratos para sus empresas.
En total, las empresas de Xóchitl han recibido del gobierno que tanto odia y tanto ataca, poco más de 9 millones de pesos, y claro nada comparable con los casi 17 millones que recibió durante el sexenio de Peña Nieto.
Siendo funcionaria del presidente Vicente Fox consiguió contratos para sus empresas por casi 5 millones 503 mil pesos.
En el caso del gobierno de Calderón se le congeló a una de sus dos empresas, por un tiempo. Al final se le rehabilitó en total durante esos 6 años facturó casi 10 millones de pesos.
Cabe aclarar que según las investigaciones de varios periodistas entre las que destaca la de Julio C. Roa y el reportaje de la revista Polemón, las empresas están a nombre de su esposo, pero eso no la exime de responsabilidades.
Ella que tantas demandas ha presentado en contra de las obras y los hijos de López obrador que por cierto no informa que todas las perdió.
Se presenta como la impoluta indígena vendedora de gelatinas, copiando la manera de vestir de la priista Beatriz Paredes. Ella, fue seleccionada por los oligarcas para mandarla a perder en las elecciones del 2024, con ello no arriesgar a delincuentes y cubrirlos con el manto de la impunidad.
Por qué no “Alito”, Cabeza de Vaca, o Anaya. No, ellos buscarán eludir la justicia con candidaturas plurinominales. Así no hay nada que perder.
