«Xi Jinping: El Médico Chino»

En el Caribe cuando la situación parece imposible de superar decimos: «Eso no lo salva ni el médico chino». Porque en Cuba ganaron fama por salvar a desahuciados por médicos españoles de la isla. Esto despertó envidia entre peninsulares intolerantes de la competencia asiática, los chinos no les cobraban a los pobres, decidiendo difamar y eliminarlos sin razón.

Hoy en día en medio de la guerra de Ucrania (que empobrece el tesoro), la inflación global (que empobrece el bolsillo), y los desastres naturales (que empobrecen naciones), aparecen en nuestros cielos misteriosos Ovnis (Objetos Voladores No Identificados) que vienen de China a espiarnos. «Que vienen de otro planeta, diz, que para vigilarnos. ¡Huy, que miedo! Mira como estoy temblando», diría Chico Che y La Crisis con razón.

Los comunistas son culpables de todos los problemas del mundo, alega Occidente. Vladimir Putin quiere recuperar Ucrania, China aspira dominar la economía global como hizo con la India en los años 1400s. Antiguas civilizaciones, cual viejito con Viagra, buscan recobrar las conquistas de su juventud. Rejuvenecer.

Su actual líder Xi Jinping, presidente de la República Popular China desde 2013, ha descrito su visión como «El Gran Renacimiento o Rejuvenecimiento de la Nación China». Él piensa que los cinco mil años de historia su civilización son ignorados por Occidente. Borrados. La población china recibe esta narrativa de rejuvenecimiento como poderosa, comprensible y aceptable.

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Quiere retomar su lugar, como Putin con Ucrania. O Trump en EEUU – «Make China Great Again!». ¡Híjole, ya se armó!

Pero en contraste con Rusia, los chinos evaden la confrontación buscando expansión de comercio y relaciones exteriores. Jinping es más similar a Trump que a Putin. China logró éxito al superar a EEUU como el mayor socio comercial de Europa luego de la pandemia y ahora la guerra continental por defender las fronteras de Ucrania.

Mientras EEUU envía billones de dólares a OTAN y Ucrania, los chinos solamente les venden más productos a todos. Y como Shakira, Jinping le canta a Occidente: «Te creíste que me heriste y me hiciste más duro. Los chinos ya no lloran, los chinos facturan.»

China fue la única economía mundial importante que tuvo crecimiento en 2020, aumentando la importación de artículos de lujo europeos. Y también incrementando sus exportaciones de equipos médicos y electrónicos a Europa. El comercio entre China y la Unión Europea fue de $709 billones de dólares el año pasado, mientras entre Europa y EEUU fue de $671 billones de dólares. Disculpe, ¿quién es más capitalista?

Pero volvamos al pánico de los globos chinos, no de Andrés García, espiándonos desde el espacio. El segundo alcanzó los 40,000 pies de altitud, era del tamaño de un carro pequeño, no se podía maniobrar, y fue considerado una amenaza para la aviación comercial. El primero alcanzó 65,000 pies, del tamaño de 2 o 3 autobuses, y podía maniobrarse. Ambos derribados por militares de EEUU, uno en Alaska, el otro sobre el Atlántico.

Hasta el día de hoy continúa el misterio sobre su misión, espía o atmosférica. Una versión vende más periódicos que la otra. No hay dudas que ambos gobiernos conocen muy bien las intenciones de los globos chinos sobre nosotros. Que nos digan la verdad, son otros veinte pesos dicen en mi añorado pueblo costeño en el Caribe.

El famoso médico chino que dio origen a la frase sí existió. Se llamaba Chan Pon Piang (Cham Bom-Bía) que significaba ‘Sol Amarillo’. Llegó a Cuba en 1854 de Manila luego que el 7 de julio de 1847 una orden real española legaliza el tráfico de braceros chinos a Cuba para su explotación laboral: esclavitud.

Murió en circunstancias sospechosas solo, acosado y abandonado. Fue expulsado de La Habana por recetar remedios sin licenciatura – usaba hierbas – y desterrado a la ciudad de Matanzas donde, se alega, lo mataron envenenado – sus colegas peninsulares que por envidia no toleraban su éxito sanador.

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