¿Qué energía, espacio y consciencia requerimos ser todos los integrantes de familia, para que sean realmente unas grandiosas vacaciones para todos?
Algunas veces las vacaciones llegan a ser más pesada la jornada entre llevar el equilibrio de la vida cotidiana y el tiempo libre que hay a falta de la rutina diaria.
Cuando nuestros hijos son muy pequeños son un eco de “mamá, mamá, mamá” jajaja se triplican las veces que nos buscan para pedir algo, pues aún requieren mucho apoyo y esto llega a ser muy cansado. Pues las obligaciones no se van de vacaciones. Pero cuando menos atención ponemos en ellos, más rápido crecen y el tiempo pasa volando.
Y un día dejan de mencionar tanto ese eco que no dejaba de oírse, pues ellos van tomando independencia, y bueno es como esa realidad que veíamos lejana, y ya llego la preadolescencia y es ese un momento donde nuestros hijos no son tan grandes, pero tampoco tan pequeños. ¿Y qué más es posible? ¿Cómo se sobrevive a las diferentes personalidades de cada uno de los integrantes de la familia? ¿Cómo ir fomentando acuerdos y hacer de cada ciclo vacacional algo más? grandioso? Algo de más contribución que va a empezar a ser las bases de como llegar a la adolescencia, pues aún faltan ciclos de vacaciones por llegar.
Una de mis recomendaciones para que cada etapa de la crianza de nuestros hijos sea con más facilidad, es que siempre existan acuerdos que mantengan el equilibrio con cada integrante de la familia y los valores que establezcan en su hogar siempre sean del conocimiento de todos, y aunque no todo es negociable, es importante que todos estén en el conocimiento de saber qué pasara si alguien olvida las reglas. Y con esto no estoy diciendo que tengan que vivir como soldados, no para nada.
Lo importante es hacerle ver los beneficios de vivir en armonía, el hacer un acuerdo familiar en lo personal me ha servido de mucho, cada acuerdo fomenta el respeto mutuo, mejora la comunicación, facilita la resolución de conflictos y distribuye responsabilidades de acuerdo con la edad que cada uno tenga.
El tener todo claro permitirá que sepan que, si pueden negociar o que es innegociable, cuáles son las consecuencias de no cumplir los acuerdos. Las vacaciones son un tiempo ideal para reunirse y ajustar las nuevas funciones, los nuevos logros que se obtuvieron de un ciclo escolar a otro, tanto en el colegio, como en casa. Los invito a que se den el tiempo de realizar este acuerdo familiar, tipo un contrato donde pongan siempre claro los valores y principios más importantes en cada familia (ejemplo honestidad, respeto, empatía, comunicación, integridad).
También pueden poner las normas de convivencia, aquí se pueden establecer las normas claras y concisas, ejemplo (horarios de los permisos, las horas permitidas de las visitas, horario de tiempo libre, así como los horarios de comidas y más).
Otro acuerdo importante son las responsabilidades y tareas donde todos participan, a mantener el orden y el buen funcionamiento del hogar, es una manera de cooperar todos y darnos la oportunidad de aprender nuevas cosas.
Otro punto importante es poner espacios de tiempo en familia, déjales claro lo importante que es tener esos tiempos de calidad, donde todos agendaran esos tiempos, para ser respetuosos de las reglas.
Otro punto importante son dejar claras las consecuencias si no se cumple lo acordado. Es super importante la firmeza de cada punto acordado aquí, ya que de no cumplirse se debilitan los límites, los acuerdos y más. Las consecuencias son inflexibles y aplican para todo.
Es importante que, durante este periodo vacacional, te des el tiempo de observar conscientemente, a tus hijos, viendo su edad sin minimizar sus habilidades y pensando cuáles serán las ganancias que les dejara desarrollar nuevas habilidades en su vida. Recuerda que entre menos indispensable seas como padre, más bien habrás hecho tu trabajo con tus hijos. Darles las herramientas para que sepan vivir de manera funcional e independiente, es lo que se requiere como sociedad.
Si notas alguna conducta que no les contribuye mucho a tus hijos, antes de juzgarlo observa si no hay algún patrón que estén repitiendo, o algo que repelas de esas conductas que, de cierta manera, lo que resistes persiste, entonces es momento de empezar a ver cómo puedes apoyarlo a que lo cambie. Y aquí es donde tú como mama piensas que cosas y que actividades le van a ayudar más.
Gracias por leerme, espero poder contribuirles en sus hogares. Si queremos que algo cambie, empecemos por nosotros mismos.
Con Cariño Yadira Plaza
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