La diputada local Citlali Jaramillo, sostuvo que ya trabajan para impedir la venta o intercambio de niñas e incluso los matrimonios forzados de jovencitas a fin erradicar esas prácticas que se dan bajo los usos y costumbres de los pueblos indígenas.
Pachuca, Hidalgo.- Al advertir que usos y costumbres ya no deben existir en Hidalgo, ni en ningún estado del país, la diputada local Citlali Jaramillo, aseguró que ya trabaja para identificar las zonas de Hidalgo, donde aún se venden niñas o se intercambian como si fueran una mercancía.
A propósito de los trabajos que emprenderá la Comisión de Igualdad de Género de la 65 legislatura local, y los foros que alistan, Jaramillo, adelantó que a partir de 25 de noviembre iniciaran una serie de foros en defensa de los derechos de la mujer.
Dijo además que mantendrá su postura para exigir que el Congreso apruebe recursos que permitan la construcción de un albergue para mujeres violentadas ya que, con la pandemia, se incrementó la violencia intrafamiliar y en Hidalgo existe solamente un albergue para atender a 40 usuarias lo que resulta insuficiente.
“Tristemente la pandemia disparó la violencia en más de un 200 por ciento, estamos trabajando en todos los rubros y queremos que haya respuestas tangibles para ellas, pues incluso se ponen en resigo si denuncian”, dijo la legisladora priista.
Respecto al intercambio o venta de niñas y jovencitas, la diputada Citlali Jaramillo, lamentó que la pobreza muchas veces orille a considerar a las niñas como mercancía por lo que trabajará junto con otras legisladoras para defenderlas a “capa y espada”.
“Próximamente nos emparejaremos a las acciones del Senado de la República, para que en Hidalgo no ocurra la trata de personas, la venta de niñas y los matrimonios forzados con jovencitas, eso no debe de suceder, por ello, reitero mi compromiso de trabajar para que usos y costumbres no deban de prevalecer en pleno siglo XXI cuando afecten los derechos de las mujeres”, puntualizó.
Es en la zona Otomí-Tepehua y en algunas regiones de la sierra y la huasteca hidalguense, es donde las niñas son intercambiadas o vendidas por aguardiente o ganado e incluso maíz y otros cultivos propios de la región como una práctica que tiene que ver con los usos y costumbres de los pueblos indígenas.