Un 21 cuesta arriba

Por Roberto Cienfuegos J.

Suele decirse que guerra avisada no mata soldado, o que sobre advertencia no hay engaño. El 2021 será un año económico complejo, muy retador y sobre todo cuesta arriba para los mexicanos. Nos lo anticipa nada menos que el titular de las finanzas públicas del país, Arturo Herrera Gutiérrez, un experto en su materia.

En un encuentro en vísperas del último fin de semana con legisladores de Morena, Herrera Gutiérrez dijo que entre este año y el que se avecina México atravesará “la crisis más fuerte desde 1932; es casi el peor momento económico para el país en el último siglo”.

Esto como consecuencia de la pandemia del Covid-19 y porque “ya no habrá guardaditos” como el fondo de estabilización económica creado por los gobiernos anteriores, las coberturas petroleras diseñadas para amortiguar los vaivenes propios del mercado petrolero mundial y un denominado fondo de estabilización de los ingresos estatales.

Así que se viene complicado en materia económica el 2021 para el país, que resentirá la crisis paralela –sanitaria y económica- como la han denominado expertos económicos.

Herrera Gutiérrez dijo que el próximo día 8 de septiembre habrá de presentarse como tarde un presupuesto “muy cuidadoso, muy prudente, muy responsable, y que requerirá la comprensión y solidaridad de muchos”.

El proyecto presupuestario implicará “menos recursos” comparados con los dispuestos este año y al menos que “dos años fiscales anteriores”.

En consecuencia, dijo Herrera Gutiérrez, los mexicanos tendremos que aprender a vivir con la pandemia y con una economía y finanzas ajustadas o restringidas.

No se tocarán sin embargo, aclaró, el enfoque social del presidente y sus programas de alivio y atención para los más pobres, pero admitió que será un año con “circunstancias todavía muy especiales”.

Ratificó igualmente que aún y cuando se mantendrá la política presidencial de no endeudamiento, la valuación de la deuda pública tendrá cambios “por el componente en dólares”, lo que también reducirá los espacios para pedir más “y vamos a tener una economía en trayectoria descendente”.

Aun así, Herrera Gutiérrez dijo que el gobierno usará como “amortiguadores” del año que se avecina un impulso de la economía, donde se han registrado impactos positivos como los programas sociales del presidente, que consideró “una especie de colchón muy importante” y útiles socialmente, la aceleración de los proyectos de infraestructura pública y el recién inaugurado Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá (T-Mec).

Resulta ocioso pues añadir algo más a este panorama económico nacional para el 2021, en el que los mexicanos –la mayoría al menos- tendremos que tomar previsiones en el mayor número de campos posible como aconsejaban los mayores para impedir descalabros personales y/o familiares. Un mínimo de sensatez ante este escenario aconsejaría el máximo cuidado y optimización de los recursos pecuniarios que cada familia tenga a su alcance, un mejor esfuerzo por preservar el empleo y la productividad y, si se me permite, mantener y aún fortalecer los cuidados de salud. Por último, el despliegue de acciones y aún de imaginación para crear y fomentar nuevas formas personales y familiares de adaptabilidad a un entorno complejo e inédito en las esferas económica y sanitaria.

Como alguien por allí un día me dijo: “enseña más la necesidá que la universidá” o aquella otra enseñanza popular: las crisis aguzan el ingenio. Ojalá.

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@RobertoCienfue1