El sospechoso era conocido en el vecindario porque le gustaba disparar en el jardín de su casa con un rifle AR-15.
Cinco personas de nacionalidad hondureña, incluido un niño de 8 años en un tiroteo en una vivienda en el condado de San Jacinto (Texas), a unos 90 kilómetros de Houston, informó este sábado la oficina del sheriff de ese condado texano.
La familia le había pedido que dejara de disparar en su patio porque el ruido no les permitía dormir.
El comisario de San Jacinto, Greg Capers, dijo que las autoridades buscaban al sospechoso de 39 años tras la masacre que se produjo durante la noche en Cleveland, una población 72 kilómetros al norte de Houston. Indicó que el sospechoso, a quien no identificó, usó un fusil AR-15 en la matanza.
“Todos recibieron disparos del cuello para arriba, casi como si fueran ejecutados”, dijo Capers en conferencia de prensa desde el sitio.
El oficial agregó que había 10 personas en la casa y que nadie más resultó herido. Dos de las víctimas estaban tendidas sobre dos niños en el interior de la vivienda. “Las señoras hondureñas tendidas sobre estos niños buscaban protegerlos”, dijo Capers.
Antes de la matanza, miembros de la familia habían caminado hasta la cerca que separa las dos viviendas para pedirle al sospechoso que dejara de disparar rondas, agregó Capers. Este respondió que estaba en su propiedad, y una persona en la casa lo filmó acercándose a la puerta con el fusil, añadió.
Tres de las víctimas son mujeres. No se dio a conocer sus nombres. Tenían entre 8 y 40 años, dijo Capers.
Las autoridades habían ido anteriormente a la casa del sospechoso, dijo el comisario. “Agentes habían ido a hablar con él sobre eso de disparar su arma en el patio”, acotó.
Capers señaló que algunos en la casa se habían mudado desde Houston días atrás, pero no sabía si pensaban asentarse ahí.