Luego de los acontecimientos recientes: oposición al nombramiento del secretario (a) ejecutivo del INE y la aparición del nuevo despacho de abogados PENTE, que pretende secuestrar al instituto y por ende la democracia, ahora sí deberían marchar para defender el voto libre y secreto tanto de los nacionales como el de los migrantes radicados en los Estados Unidos.
Además de los ataques contra el plan B. Resulta que los magistrados de la Suprema Corte se han erigido como maestros de los legisladores nacionales, pretenden enmendarles la plana y dictarles órdenes de cómo deben hacer su trabajo. Invasión de funciones de un poder a otro.
En ese escenario confrontativo aparece PENTE, un despacho de abogados que pretende litigar sobre todos los casos de controversia electoral. Pero quién creen que encabeza este buffet. Nada más ni nada menos que el jefe o empleado no se sabe bien a bien de Lorenzo Córdoba, el que encabezó las violaciones a la Constitución, defendió los intereses de los partidos de oposición, pero que fue derrotado por el voto masivo y la vigilancia en casillas del pueblo. Edmundo Jacobo, quien estuvo en ese instituto 14 años. Con una ampliación de mandato que él dio Lorenzo Córdoba.
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Si el mismo que miembro de la pandilla que presumía su ética y que al separarse del cargo dijo “no defender una posición laboral, sino la ley y las instituciones, mi causa; me preocupa la democracia de mi país, y a diferencia de quienes tildaron mi actitud como la de alguien que busca seguir ocupando un cargo, mi compromiso con el INE es defender un patrimonio que hemos construido entre todas y todos durante más de tres décadas, y hoy es de la sociedad toda.”
Pero de sus salarios, prestaciones, prebendas y negocios adheridos no dijo nada. Pero resulta que sí, si le interesa el cargo y pretende seguir ocupándolo vía la usurpación, el secuestro pues, manejando los hilos a través de los títeres que dejó dentro del instituto.
Instrumentos de presión que intentarán descarrilar la gestión de la nueva presidenta Guadalupe Tadei e intentar imponer las mismas condiciones que prevalecieron antes de su salida.
Ah, pero Jacobo Molina no está solo, lo acompañan miembros de la pandilla que formó el super pandillero electoral, Lorenzo Córdoba, Gabriel Mendoza Elvira, Carlos Ferrer Silva, Emilio Buendía Díaz y Javier Naranjo Silva. Ellos litigarán en contra de la institución de la que formaron parte hasta hace poco. He ahí la ética de estos ambiciosos, expertos en fraudes electorales.
Ahora si hay que defender al INE ah, pero también el plan B y la verdadera democracia.
Eso conlleva la defensa del Poder Legislativo.
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