Se acaba “El Covid”, pero vienen más pandemias

Hace unos días, se informó que el viernes 11 de junio sería la última conferencia de prensa de Hugo López Gatell para hablar de la pandemia por Covid. Luego de casi 15 meses de oír, diariamente,  cómo se incrementaba el número de contagios y defunciones por Covid-19. Con alrededor de 2 millones y medio de contagios documentados y casi 230,000 muertes, hasta el día de hoy, parece ser que finalmente, vamos de salida y es tiempo de pasar a la siguiente página.  

La atención se centrará en los nuevos funcionarios electos, la recuperación económica, los avances en vacunación y la pandemia por coronavirus será solo un amargo recuerdo, aunque la mayoría ya asimiló que llegó para quedarse. Lo que mucha gente no sabe, es que los coronavirus son una gran familia de virus, descubierta hace más de 50 años, prácticamente olvidada ya que por lo general no producía más que una gripa leve y que el responsable de la Covid- 19, fue sólo una variante, una mutación, presuntamente originada por un murciélago. Al menos eso dice la versión oficial. 

Se escribe “La Covid”, no “El Covid”, como muchos mexicanos le dicen, porque se trata de una abreviación sajona de “COronaVIrus Disease” ( enfermedad por coronavirus). Entonces es “La enfermedad por coronavirus”, no “ El enfermedad por coronavirus”.

El 70 por ciento de las enfermedades emergentes y pandemias (Ébola, Zika, Influenza, VIH/SIDA, Covid-19, etc.) son causadas por bacterias o virus de origen animal. Éstos, se propagan debido al contacto entre la vida silvestre, el ganado y las personas. Además, los expertos alertan que otros 1,7 millones de virus actualmente «no descubiertos» viven en mamíferos y aves, de los cuales hasta 850.000 podrían tener la capacidad de infectar a los seres humanos

No es nada nuevo, de hecho, vivimos entre ellos sin estar conscientes, por ejemplo, la Yersinia Pestis, responsable de la peste negra que arrasó con gran parte de la población europea en el siglo XIV sigue entre nosotros, solo que ya no mata a casi nadie, porque tenemos gran variedad de medicinas, que llegamos a consumir por otras enfermedades y que pueden erradicarla; pero,  para que des una idea, entre 2010 y 2015 se notificaron 3248 casos en el mundo, 584 de ellos mortales. Y otro dato curioso, ha habido muchas epidemias por peste a lo largo de la historia y en diferentes regiones del planeta, no solo una. 

Todavía hay casos de rabia en nuestro México, pero los contagiados, son en su gran mayoría animales, principalmente piezas de ganado, ocasionalmente perros y gatos;  prácticamente se ha erradicado en humanos, gracias a la vacunación y el monitoreo y estudio de las poblaciones de murciélagos, los principales portadores del virus,  en las comunidades rurales.   

Voy a partir de éste ejemplo para explicarte por qué los científicos del mundo creen que puede haber otras pandemias, igual o más mortíferas que la Covid-19. Verás, si se prepara un terreno para la ganadería, en un área rural, se introducen especies animales nuevas en un hábitat, que conviven con las especies nativas del mismo. En éste caso, las vacas, borregos, perros de pastoreo, gatos, etc, interactúan con murciélagos, éstos pueden trasmitirles el virus de la rabia y a su vez, ellos lo pueden trasmitir al ganadero y su familia. Si la mascota de éste ganadero, interactúa con otros perros, que pueden “ ir al pueblo”, la tasa de propagación se multiplica, por eso es que año con año vacunan a los perros y gatos, para que no contagien humanos.  Así de simple, así de frágil es nuestra interacción con el ambiente.  

Seguramente recordarás en años anteriores, la epidemia de influenza (virus influenza, tipo A, variante H1N1), o tal vez oíste hablar de la gripe aviar, que no solo afecta a aves de corral, sino también a las migratorias ( virus influenza tipo A, variante H5 N1) , la gripe porcina ( virus influenza tipo A, variante H1N1).  Si, es el mismo virus que produjo la epidemia del 2009, pero ligeramente mutado. Actualmente no asusta a nadie porque ahora se considera un virus de gripe regular. Es uno de los tres virus incluidos en la vacuna antigripal (estacional) regular.

Pero en los recuentos de la historia, se encuentra la gripe española ( otra vez virus influenza tipo A, variante H1N1,  que en sólo un año, 1918, mató entre 20 y 40 millones de personas).  La gripe asiática (virus de la influenza tipo A, variante H2N2, de procedencia aviar, apareció en 1957 y registró un millón de muertos en todo el planeta). La gripe de Hong Kong ( causada, de nueva cuenta por una variedad del virus de la influenza tipo A, la variedad H3N2, causó la muerte de otro millón de personas en 1968 a nivel mundial). 

Los virus mutan todo el tiempo, produciendo diferentes versiones o variantes de sí mismos. Sobre todo, cuando se combinan con material genético de diferentes especies. La mayoría de estas mutaciones son insignificantes, y algunas incluso pueden hacer que el virus sea menos peligroso, pero otras pueden convertirlo en más contagioso y más resistente a las vacunas;  en otras ocasiones, la mutación es más letal, por ejemplo la variante india del Coronavirus, oficialmente conocida como B.1.617. Todo el tiempo están apareciendo nuevos virus en humanos, y esto está muy ligado a la interacción de éste con otras especies animales en el ambiente, como lo mencionaba en el ejemplo de la rabia.  

Y son las mismas actividades humanas que impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, las que también generan riesgo de pandemia a través de sus impactos en nuestro medio ambiente.  Los científicos explican que el riesgo de pandemias está aumentando rápidamente. Con más de cinco nuevas enfermedades que surgen cada año, cualquiera de ellas tiene el potencial de propagarse y convertirse en pandemia. Si no me crees, ponle más atención a las noticias. 

El factor principal de este crecimiento tan acelerado es la explotación, cambio climático y pérdida de biodiversidad. La explotación insostenible del medio ambiente debido al cambio de uso de la tierra, la expansión e intensificación de la agricultura, el comercio y el consumo de vida silvestre, entre otros factores cotidianos, interrumpe las interacciones naturales entre la vida silvestre y sus microbios, además de aumentar el contacto entre la vida silvestre, sus patógenos y las personas. Por ello, aumenta el riesgo de la aparición de nuevos virus en humanos.

Aunque es más fácil y redituable producir vacunas, gel antibacterial, cubrebocas, caretas, equipos de protección personal y demás cosas contra éstos nuevos virus, creo que la mejor manera de evitarlos, es, precisamente evitar interrumpir las interacciones naturales entre la vida silvestre, o sea, dejar de extender las manchas urbanas y las regiones ganaderas. ¿O tu que opinas? Si nuestro modelo de consumo y explotación no cambia, pronto tendremos otra pandemia, ¿estás listo, quieres encerrarte otra vez?

Chaneke Verde

chanekverdepachuca@gmail.com