“Cuanto más nos exponemos a noticias negativas, más ansiosos nos sentimos.”
Por: Kathya Moreno
¿Cuántas son las personas que saben lo que sucede en #LCDLF sólo por ver redes sociales?
Las noticias llegan a nosotros en tiempo real, a través de nuestros teléfonos, redes sociales, televisores, la radio e incluso en conversaciones ajenas, proporcionando una ventana constante a lo que ocurre en cualquier rincón del planeta, incluso sin que sea un tema de interés personal. Sin embargo, esta omnipresencia informativa también ha traído consigo un costo emocional significativo. La forma en que consumimos noticias tiene un impacto profundo en nuestras emociones, y en muchos casos, puede afectar negativamente nuestra salud mental.
Es innegable que las noticias tienden a enfocarse en los aspectos más dramáticos y perturbadores de la realidad: desastres naturales, crímenes, crisis políticas y económicas. Este enfoque en lo negativo responde a un fenómeno psicológico conocido como «sesgo de negatividad«, que nos hace prestar más atención a las malas noticias porque estamos naturalmente inclinados a identificar amenazas para nuestra supervivencia. Sin embargo, este ciclo continuo de noticias alarmantes alimenta un estado de miedo y ansiedad generalizados.
En tiempos recientes, ha surgido un nuevo fenómeno relacionado con el consumo excesivo de noticias, conocido como «doomscrolling«: la acción de deslizar de manera compulsiva en busca de más noticias negativas. Este hábito se intensificó durante la pandemia de COVID-19, cuando las personas buscaban constantemente actualizaciones sobre el avance del virus, la crisis económica y las medidas de confinamiento. Aunque parece lógico querer estar informado, este consumo incesante de noticias puede aumentar los niveles de ansiedad.
El doomscrolling refuerza un ciclo de preocupación y miedo. Cuanto más nos exponemos a noticias negativas, más ansiosos nos sentimos, lo que nos lleva a buscar aún más información, perpetuando así el ciclo. Este comportamiento tiene efectos tangibles en nuestra salud mental, como dificultad para concentrarnos, trastornos del sueño e incluso síntomas depresivos. En lugar de proporcionarnos control o claridad, la sobreexposición a noticias negativas nos deja sintiéndonos indefensos y abrumados.
Otro impacto emocional significativo del consumo de noticias es el aumento de la polarización política y la agresión emocional. Los medios de comunicación, en muchos casos, refuerzan narrativas que dividen a la sociedad en bandos opuestos, un ejemplo de ello ha sido la reciente aprobación a la Reforma al Poder Judicial.
En cambio, las noticias positivas, que celebran avances científicos, logros personales o actos de bondad, también tienen un impacto poderoso en nuestras emociones incluso el hecho de que abunden las noticias de moda como LCDLF, favorece a disminuir el estrés por las noticias que pudieran requerir preocupación, y aunque muchas veces estas historias no captan tanto la atención mediática, su consumo puede contrarrestar los efectos del ciclo negativo y ofrecer una visión más equilibrada de la realidad.
Dado que es casi imposible escapar del flujo constante de noticias, es vital desarrollar estrategias para mitigar su impacto emocional. Aquí algunos consejos prácticos:
Limitar el tiempo de exposición: No es necesario estar informado cada minuto del día. Establecer límites de tiempo para leer o ver noticias, y evitar hacerlo justo antes de dormir, puede reducir la ansiedad.
Diversificar las fuentes de información: Consumir noticias de diferentes medios y perspectivas ayuda a evitar caer en el ciclo de la polarización y proporciona una visión más completa y matizada de los eventos.
Buscar activamente noticias positivas: Incorporar contenido que destaque logros, soluciones o actos de bondad puede equilibrar el impacto de las noticias negativas y mejorar nuestro estado emocional.
Practicar la desconexión: Alejarse de las noticias durante ciertos periodos del día, especialmente en momentos de descanso o cuando estamos con nuestros seres queridos, nos permite desconectar y proteger nuestra salud mental.
Autocuidado emocional: Practicar actividades que promuevan el bienestar mental, como la meditación, el ejercicio o el tiempo al aire libre, ayuda a procesar el impacto emocional de las noticias de manera saludable.
Recuerda mantenerte alerta de tu salud mental y si notas que esta sensación de ansiedad persiste, acude a un profesional de la salud.
Construyamos juntos la mejor versión de ti.
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