Investigaciones revelaron que el reconocimiento y el acceso a tratamientos de reafirmación de género contribuye al bienestar y salud mental de las personas trans
Ciudad de México.- Si bien aún no se cuenta con datos precisos, de acuerdo a la Comisión nacional para prevenir la discriminación (Conapred), en México existen aproximadamente 740 mil personas transgénero. No obstante, estas se enfrentan a exclusión en diferentes ámbitos, desde el familiar, el laboral, legal y médico; con un fuerte impacto en su seguridad y salud mental.
Al respecto, de acuerdo con un estudio publicado en 2015 en el «Journal of Adolescents Health», la juventud transgénero tiene de dos a tres veces más posibilidades de sufrir ansiedad, depresión, ideación suicida y tendencias autolesivas. Ello, comparado a muestreos de personas cisgénero, es decir, aquellas conformes con su género asignado al nacer. Además, datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017, levantada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, pintan un panorama discriminatorio para México.
Respecto a lo anterior, 41 por ciento de los hombres y 33% de las mujeres mayores de 18 años encuestados afirman que no rentarían un domicilio a una persona transgénero. También, 72% de los encuestados opina que los derechos de las personas trans se respetan «poco o nada».
Sin embargo, diversos estudios revelan, el malestar psicológico que generan estas condiciones adversas puede mejorar de forma sustancial con tratamientos de reafirmación de género. Estos, que pueden ir desde lo quirúrgico hasta lo hormonal, si bien plantean dudas sobre sus efectos a largo plazo, su impacto en la reducción de depresión y ansiedad son claros.
Por ejemplo, existen resultados de una encuesta realizada a 20 619 adultos transgénero de 18 a 36 años publicados en la revista oficial de la Academia Americana de Pediatría en 2020. Estos muestran, la administración deseada de tratamientos de reafirmación de género con bloqueadores de pubertad se asoció con un menor riesgo de sufrir ideación suicida a lo largo de su vida adulta.
En el mismo journal científico, también en 2020, otro estudio se dedicó a trazar la satisfacción que una serie de encuestados (148 de ellos) sentían con respecto a su expresión de género. Un número decreciente de personas trans de esta población afirmaron albergar ideación suicida (de 81 a 39%), tentativas suicidas (16 a 4%), además de autolesiones (52 a 18%), a un año de recibir terapia de reafirmación de género.
Que las personas identificadas con un género distinto al asignado al nacer accedan a estos tratamientos es de suma importancia. Sin embargo, la aceptación y el reconocimiento de familiares y amigos del joven también resultan fundamentales y un buen primer paso para procurar su salud mental. En este sentido, otro paper en el «Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry», publicado en 2012, revela que la salud mental de infantes trans mejora cuando se presentan como tales y son aceptados por sus cercanos.
Una muestra de 63 infantes trans de 9 a 14 años en Estados Unidos y Canadá llevaron a cabo pruebas de depresión y ansiedad, mismas que fueron contrastadas con un grupo control. Si bien los niveles de ansiedad reportados eran marginalmente mayores al del grupo control, la investigación sugiere que una transición y aceptación en etapas relativamente tempranas del desarrollo mejora la salud mental de las personas transgénero.
De acuerdo al Centro Nacional para la Igualdad Transgénero en Estados Unidos, un 40% de los adultos trans lleva a cabo una tentativa de suicidio a lo largo de su vida. Este hecho manifiesta la necesidad de generar mayor consciencia entre la sociedad sobre la discriminación contra este grupo. En materia legislativa, 14 estados de la República Mexicana han aprobado la Ley de Identidad de Género, que brinda un aliciente legal para reivindicar la identidad de las personas trans.
Ya en 2020, organismos de salud pública en México generaron el Protocolo para el Acceso sin Discriminación a la Prestación de Servicios de Atención Médica de las Personas LGBTTTI. Aún con estos avances, diversas organizaciones pro derechos trans en México consideran, resulta difícil acceder a estos servicios, por lo que cabe continuar la labor de sensibilización social ante la salud mental de la diversidad sexual.