Ratificación de mandato

La Revocación de Mandato es un derecho ciudadano estipulado en el artículo 35 de la CPEUM (numeral IX), tanto la Revocación como las Consultas Ciudadanas, se han convertido en herramientas importantes para coadyuvar con la democracia participativa del país. 

Uno de los países con mayor índice de democracia en el mundo es Noruega. Un país nórdico con una profunda cercanía entre el poder político y la sociedad, debido a sus costumbres. Esta nación ostenta un estado de bienestar, creando mayores condiciones de igualdad y confianza entre sus ciudadanos. Noruega demuestra ser un ejemplo para aplicar los ejercicios de participación ciudadana, pues éstos construyen y edifican un mayor valor en el marco del derecho y el deber. Especialmente donde se pueda opinar de manera clara acerca de alguna situación suscitada en el país. Ante esto, en México, el presidente López Obrador no ha dado la oportunidad de incidir directamente en las decisiones gubernamentales, e, incluso para juzgar actos de lesa humanidad cometidos por actores políticos del pasado, algo jamás visto en nuestro país. Someter a consulta la vigencia de un periodo presidencial es un avance histórico que debemos apreciar. 

¿Quiénes podrían solicitar la Revocación de Mandato? El mismo Presidente de la República, el 33 % de los integrantes de las Cámaras de Diputados o de Senadores o el 3 % de los ciudadanos inscritos en el listado nominal, es decir, aproximadamente 2.6 millones de personas, contrastantes a los 30 millones que votamos por López Obrador en 2018. Es importante puntualizar que la Revocación de Mandato nace de la ciudadanía gobernada por una figura pública, mientras que la Ratificación de Mandato proviene directamente del ejecutivo. Para que este resultado sea vinculante, debe participar al menos el 40 % del listado nominal.

Al ser una mujer que cree en la cuarta transformación del país, y en la oportunidad que nos da nuestro mandatario de opinar al respecto, mi decisión será apelar al derecho de Ratificar. México se ha convertido, a pesar de una crisis de pandemia, en un país ejemplar que busca implementar estrategias de democracia participativa donde el pueblo elija lo que considere pertinente. Lo ha dicho claro el presidente: “¡el pueblo pone y el pueblo quita!”.