Desde el domingo 16 de abril, el Ejército de Sudán y paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) se han enfrentado con armas pesadas en los suburbios de Jartum, esto, luego de una lucha por el poder entre los dos generales líderes.
Miles de habitantes de Jartum, se encuentran atrapados sin agua ni electricidad, atrincherados en sus casas, mientras en las calles se libran combates entre las fuerzas contrarias.
Entre los civiles atrapados se encuentran nueve personas mexicanos, incluidos dos menores de edad, que no han logrado salir del territorio sudanés.
Durante estos ya tres días de enfrentamiento, hasta el último corte de datos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) registró 142 muertos civiles muertos.
Rivalidad entre dos el Ejército de Sudán y las FAR
El conflicto lleva semanas gestándose, impidiendo un acuerdo político en uno de los países más pobres del mundo. Desde la revuelta popular que derrocó a Omar al Bashir en 2019, Sudán intenta celebrar sus primeras elecciones libres tras 30 años de dictadura.
Durante el golpe de Estado que puso fin a la transición democrática en octubre de 2021, el jefe del ejército, Abdel Fatah al Burhan, y el jefe de las FAR, el general Mohamed Hamdan Daglo, conocido como «Hemedti», unieron sus fuerzas para expulsar a los civiles del poder.
Ambas partes se culpan mutuamente de las violencias y afirman controlar lugares clave de la capital.
Daglo anunció la toma del aeropuerto internacional de Jartum y del palacio presidencial, pero el ejército asegura que los sigue controlando.
Por su parte, un reporte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudán detalló que Abdel Fattah Abdelrahman Burhan, general del Ejército, ordenó la disolución de las FAR y las declaró una fuerza rebelde, situación que podría detonar el comienzo de una guerra civil, de acuerdo con expertos en la materia.