Plantea alcaldesa nombrar a Apan como «Santuario Migrante»

El municipio del altiplano hidalguense es un paso obligado del tren en el que viajan los migrantes de centro y sur América en busca del sueño americano, y ante el cierre de fronteras muchos quedaron varados.


En el municipio de Apan, que desde siempre ha sido un paso obligado para miles de migrantes centroamericanos, su alcaldesa Zorayda Robles Barrera, plantea convertirla en un santuario donde sean recibidos y sus derechos humanos estén bajo resguardo mientras esperan seguir su paso rumbo a la frontera norte.

“Apan es amigo de las personas en condiciones de migración”, sostuvo la alcaldesa.

Ante la crisis migratoria que generaron las políticas del Gobierno de Estados Unidos, la presidenta municipal, también alista un programa de apoyo a los connacionales originarios de Apan que sean deportados.

Lo que se hará en esta demarcación hidalguense, es dar 6 mil pesos anuales a los dueños de parcelas de una hectárea para sembrar maguey y nopal para reforestar los campos y combatir la deforestación.

Robles Barrera mencionó que gestionará recursos estatales y federales e incluso de las empresas como Corona, -la cual condicionó la compra de la producción de cebada de la región-, solo si esta cumple con la calidad deseada.

“Si sumáramos los recursos, podríamos tener hasta 2 mil beneficiarios con seis mil pesos cada bimestre”, dijo

Además, en el caso de los migrantes centroamericanos, la alcaldesa mencionó que en Apan se tiene claro que las personas en situación de migración son seres humanos y se les debe dar buen trato, por eso, anunció que para los extranjeros que van de paso serán abiertos albergues donde además de cobijo, se prestarán servicios de salud.

“Somos ruta migrante desde tiempos históricos, por lo que haremos campañas de sensibilización en el municipio para que no haya discriminación hacia ellos y que se reconozca que los migrantes son seres humanos sujetos de derechos.

Cabe destacar que las vías del tren cruzan por la ciudad, por lo que las familias de la zona, incluida la de la alcaldesa Zorayda Robles, desde siempre les han ofrecido alimentos, agua y ropa.