Senadora del PRI pide a Semarnat informe sobre estrategia para reducir los incendios forestales; hasta el 14 marzo ya se habían registrado 611 incidentes de este tipo en todo el país
La senadora Cecilia Margarita Sánchez García solicitó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales un informe sobre las acciones que lleva a cabo la dependencia para prevenir, reducir y controlar incendios forestales, atribuibles a actividades humanas en toda la República Mexicana.
En el punto de acuerdo, que fue turnado para su análisis a la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, la legisladora del PRI señaló que las altas temperaturas que se registran en la República son preocupantes, al igual que las sequías que afectan a presas, ríos, lagos y arroyos.
Además, apuntó que el riesgo de incendios forestales, por las condiciones meteorológicas, es “muy alto” en Estado de México, Tlaxcala, Morelos y Ciudad de México; con un nivel “alto” en Coahuila, Durango, San Luis Potosí, Jalisco, Michoacán y Veracruz; mientras que, en el Norte, Noreste, Occidente, Centro y Sur del país el riesgo es “medio”.
Entre el 1 de enero y el 14 de marzo de este año, se registraron 611 incendios forestales en 23 entidades federativas de México, lo que afectó una superficie de más de 18 mil 500 hectáreas.
Al respecto, Sánchez García precisó que, a veces, los incendios se inician por alguna actividad relacionada con los seres humanos, como las fogatas que no se apagan correctamente, las quemas agropecuarias, que habitualmente se realizan entre enero y mayo, o las de basureros que no tienen un control o no son supervisadas de manera adecuada.
También pueden iniciarse por vidrios rotos que funcionan como lupas sobre el pasto o la hierba seca.
“El fuego causado en forma natural, accidental o intencional consume los combustibles naturales como hojas y ramas secas situados en el nivel inferior de bosques y luego convertirse en un incendio de gran dimensión”, acotó la senadora.
Sánchez García pidió estar atentos a los incendios forestales, pues contribuyen al calentamiento global, se incrementa la erosión del suelo, disminuye la cobertura vegetal y quita la protección del impacto de las lluvias, lo que incrementa las inundaciones.
Advirtió que las emisiones a la atmósfera como dióxido de carbono, ozono o partículas muy pequeñas que se quedan suspendidas en el aire, pueden incrementar los problemas relacionados con enfermedades respiratorias o en ocasiones cardiovasculares.
Además, dijo, hay pérdida de biodiversidad y los incendios pueden calcinar pueblos, casas y vehículos, desapareciendo todo por donde pasan e, incluso, en algunos casos llegan a cobrar vidas humanas.