Personas transgénero enfrentan dificultad para acceder a servicios de salud pública

Bandera trans

Investigadores señalan como clínicas especializadas en el tratamiento de personas transgénero pueden mejorar su salud mental con un tratamiento más ágil

De acuerdo al Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred), las personas transgénero en México enfrentan discriminación y dificultad para acceder a los servicios de salud. Tres de cada cinco personas transgénero considera que no existen establecimientos de salud públicos adecuados para personas LGBT+. Además, 46% de las mujeres transgénero y 44% de los hombres transgénero reportan dificultades para acceder a servicios médicos, señala Conapred con base en distintas fuentes. Esto tiene un impacto importante en la salud mental de las personas transgénero e investigadores señalan cómo la implementación de clínicas especializadas en la atención a esta comunidad puede mejorar su salud psicológica.

A partir de estudiar el caso del Servicio de género del Hospital real infantil, en Australia, los investigadores encontraron que, al recibir un apoyo más rápido, la salud mental de los jóvenes transgénero y sus familias mejoraron. Según el estudio publicado en la revista Pediatrics, también mejoró el funcionamiento familiar y, en general, la calidad de vida de las personas transgénero atendidas. Particularmente, se atribuyeron niveles de depresión y ansiedad más bajos gracias a la posibilidad de acceder a ayuda médica diez meses antes. Esto debido a la implementación del programa Triaje de sesión única de primera evaluación.

Con este triaje, se brinda información y apoyo a los jóvenes transgénero y sus familias y se les clasifica en una lista de espera secundaria para atención multidisciplinaria posterior. De esta forma, han conseguido reducir los tiempos de espera de remisión de jóvenes transgénero a servicios especializados en género, que usualmente suelen ser de uno a dos años alrededor del mundo.

México aún no cuenta ampliamente con este tipo de servicios, aunque existe el referente de la Clínica Condesa, en la Ciudad de México. Sin embargo, esta clínica no cubre lo relacionado a intervenciones quirúrgicas, pese a manejar temas relacionados a la terapia de reemplazo hormonal. Activistas señalan que de esta forma las personas transgénero se ven obligadas a cubrir los gastos de sus cirugías plásticas, las cuáles no puede clasificarse como cirugías estéticas por su carácter de afirmación de género. En contraste, en países europeos estas cirugías se consideran dentro de los paquetes de salud por este mismo motivo.

Respecto a la atención a la salud mental, la Clínica Condesa cuenta con algunos grupos de autoapoyo. Este tipo de atención a la salud podría expandirse en la Ciudad de México, una vez concluida la nueva Clínica de atención integral para personas transgénero, anunciada a finales de 2020.

Sin embargo, para las personas transgénero que se ven en la necesidad de acceder a tratamientos de salud fuera de estas clínicas especializadas, existen muchas barreras, especialmente fuera de la capital. Según una revisión de estudios publicada en la revista Horizonte sanitario, la principal barrera para el acceso de las personas transgénero a los servicios de salud la constituyen las barreras culturales. Estas barreras suelen venir acompañadas del estigma sociocultural hacia este grupo poblacional, afirman los investigadores.

En México existe el Protocolo para el acceso sin discriminación a la prestación de servicios de atención médica de las personas lésbico, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero e intersexual. No obstante el carácter de este protocolo no es obligatorio y muchas veces se mantiene sujeto a los criterios del personal de salud. Esto resulta no sólo en un tratamiento deficiente en áreas como la salud mental, ginecológica o urológica, sino en la dificultad para acceder a tratamientos de reemplazo hormonal en lugares como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Respecto a lo anterior, aunque es posible el acceso a este tratamiento, muchas veces resulta difícil acceder a él, según señala la asociación civil Impulso Trans.

Aunque en años recientes existe más apertura y aceptación de las personas transgénero y la comunidad LGBT+, la discriminación aún se extiende en una parte significativa de la sociedad mexicana. Para atender los problemas de salud mental derivados de esta discriminación, es importante implementar clínicas enfocadas en la atención de las personas transgénero y otros miembros de la comunidad LGBT+. Igualmente es imperativo capacitar al personal de salud para brindar atención humana y acorde a derecho y a los protocolos que protegen a las personas de la diversidad sexual y de género.