Miles de feligreses acudieron a las iglesias para bendecir sus imágenes del Niño Jesús, algunas piezas muy antiguas con más de 100 años, elaborados con madera, otras de 50 y 30 años y de todos los tamaños y colores porque la tradición y la fe incluso no tiene distingos.
Las imágenes del Niño Dios de todos los tamaños e incluso colores se ven por doquier, familias enteras e incluso mujeres solas, llevan a sus Niños Dios a la iglesia para escuchar misa y recibir la bendición en este dos de febrero conocido también como “Dia de la Candelaria”.
En la capital del estado de Hidalgo, donde se ubican iglesias de gran tradición como la de La Asunción, se hicieron largas filas para que los fieles pudieran pasar a la bendición de imágenes.
En los alrededores y en pleno centro de Pachuca, había decenas de lugares para vestir las imágenes del Niño Jesús e incluso para restaurarlos.
“Para mí es muy importante este día porque traigo a mi niño Dios que es una herencia de mis abuelos, este niño tiene más de 80 años, muchos más”, dijo una mujer que llevaba protegido con papel celofán la imagen de madera.
Niños Dios vestidos de “Sagrado Corazón”, “Niño de la Abundancia”, pero sobre todo “Niño de la Salud”, pues la crisis de salud que llevó a la muerte a millones de personas en el mundo por el Covid-19, mantiene aún con temor a las familias y su fe está puesta en la pequeña imagen para protegerse de las enfermedades.
En la explanada de la plaza del Mercado Primero de Mayo, había una familia que vino de Huajutlahasta Pachuca con 7 imágenes del Niño Dios para vestirlos.
“Es un viaje muy largo de cinco horas de venida y otras 5 de vuelta, pero vale la pena porque nos llevamos a nuestros Niños Dios muy hermosos, muy vestiditos para que todo el año nos cuiden y nos ayuden a salir adelante”, dice María Elena.
En esta fiesta por el Dia de la Candelaria, hay decenas de historias donde la fe y la tradición se conjuga, pues alrededor de las imágenes del Niño Dios hay muchos milagros.
Llamó la atención una pareja joven compuesta de Diana y Cristian quienes iban con su pequeño hijo y un bebé en el vientre de la mami, ellos llevaban una pequeña imagen muy antigua del Niño Doctor y como en muchos casos, es un Niño Dios que ha pasado de generación en generación y que se ha convertido en una pieza muy valiosa por todo el acompañamiento que les ha dado a hijos, nietos y bisnietos.
Más tarde, las familias compartirían los tradicionales tamales y atole para hacer una nueva fiesta en torno al niño Jesús y con ello cerrar prácticamente este ciclo de festejos que tienen que ver con la partida de la rosca y de toda la tradición alrededor del nacimiento de Jesús.
