Ciudad de México.- El gobierno mexicano propuso al gobierno español una pausa para mejorar sus relaciones y dejar atrás los conflictos generados en el pasado durante la conquista española en la que predominó el saqueo.
Tal es el caso de las empresas españolas, que si bien ahora no se tiene una buena relación con ellas, se pretende mejorar las relaciones en favor del pueblo de México.
La presidencia de la República aseguró que en los sexenios pasados hubo contubernio en la cúpula de las autoridades federales con los empresarios españoles, lo que calificó como acuerdos de “promiscuidad en lo político y en lo económico”.
«O sea, Calderón tenía a Repsol, Iberdrola viene de Fox y antes cuando empiezan con toda la reforma eléctrica; luego, Calderón a Repsol le da este contrato de Burgos, como lo establece, se puede probar, no les importaba sacar gas, lo que les importaba era el contrato de obra, entonces Pemex les pagaba a precios elevadísimos”.
El gobierno mexicano constantemente enfoca sus críticas a la corrupción que prevaleció en los tres sexenios anteriores de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto al entregarles todos los contratos a las empresas OHL, Iberdrola y Repsol por supuestos arreglos que beneficiaron a ambas partes.
Estos acuerdos perversos del pasado entre los gobiernos de México y España dieron un espacio para restablecer una pausa en sus relaciones en buenos términos.
«Sí, una pausa, vamos a darnos tiempo para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista, o sea, sí queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos, o todos los pueblos del mundo, pero no queremos que nos roben. A robar a otra parte.»