Especialistas de instituciones financieras dieron a conocer la situación de las remesas en Latinoamérica luego de más de un año de pandemia por Covid-19
EEUU.- De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), las remesas en Latinoamérica y el Caribe aumentaron 6.5% en la segunda mitad del 2020, y alcanzaron 103 mil millones de dólares (mmd). Asimismo, el costo de transferencia de remesas cerró con 5.6% en promedio según un comunicado publicado por el Banco Mundial. En el caso de los trabajadores migrantes en Estados Unidos, los principales beneficiarios de remesas se encontraron en México, Guatemala, República Dominicana, Colombia, El Salvador, Jamaica y Honduras.
El FMI define las remesas como fondos enviados por empleados y trabajadores migrantes hacia su país de origen, generalmente como apoyo económico para familiares y otros seres queridos. Una publicación en el blog oficial de este organismo indicó, en 2019 el monto total de las remesas superó el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) de 57 naciones. Debido al contexto socioeconómico de los trabajadores, la mayor parte de las remesas se destinaron a países de mediano y bajo ingreso, donde la región de Latinoamérica es un participante clave.
Ralph Chami y Connnel Fullenkamp comentaron en un reporte del FMI, los beneficiarios de las remesas reducen su participación en la población ocupada de sus respectivos países. Por ello, entre sus consecuencias se encuentran distorsionar los precios de activos y gobernanza; así como una baja disposición de las personas hacia su participación en el mercado laboral.
Si bien desde 2008 se reportaron flujos de dinero por remesas superiores a 333 mmd en Latinoamérica, y en países como Nepal ayudaron a reducir los niveles de pobreza, las implicaciones de los montos apuntan a una crisis que no debe ser ignorada. En este sentido, «la migración no puede sustituir el desarrollo nacional ni la creación de empleos», agregó el documento publicado por la institución.
La pandemia por Covid-19 tuvo un impacto global en materia económica y social, pero con diferentes alcances en distintas comunidades y poblaciones. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), alrededor de 23 millones de personas perdieron sus empleos y dejaron de buscar oportunidades en el mercado laboral durante este periodo. Lo cual generó una tasa de participación 57.2% menor que 2019 en la región de Latinoamérica y el Caribe; así como una pérdida total del 10% de los puestos de trabajo.
José Achar, director general de Serfimex Capital, comentó para NotiPress, alineado con las declaraciones del FMI, es indispensable apoyar sectores que históricamente han sido detonantes económicos y generadores de empleos. Estos incluyen exportación, turismo, manufactura, y construcción; donde la industria inmobiliaria registra más dispersión de proyectos.
Además de ello se requiere fomentar la certidumbre jurídica a través del entendimiento entre las partes del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC); cuyo desempeño incentiva la inversión. El director de la empresa de financiamiento y soluciones personalizadas en materia de activos agregó, «sin ser un sector, sin duda las remesas son, con desaliento, una inyección vital a la economía latinoamericana».