El obispo Salvador Rangel Mendoza fue trasladado a su domicilio en Jiutepec, Morelos en una ambulancia; su estado de salud aún es delicado dijo su abogado
El obispo de Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza, abandonó la noche del jueves el hospital particular de Cuernavaca donde se encontraba internado desde el lunes.
Luis Alberto Vázquez Cisneros, abogado del clérigo, describió el estado de salud del obispo como «delicado» y anunció que no se tomarán acciones legales hasta su total recuperación.
Es de mencionar que el obispo estuvo retenido varios minutos por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos, que intentó hasta el final hacerlo declarar.
Sin embargo el representante legal del obispo indicó que, respecto a las declaraciones buscadas por la Fiscalía de Morelos, su cliente como víctima y no sospechoso, no está obligado a declarar y reservó su derecho hasta su total recuperación.
Vázquez afirmó que las declaraciones de funcionarios públicos que cuestionaron el incidente no son del conocimiento del prelado, por lo que la reserva de la información se mantendrá hasta su completa recuperación, de acuerdo con su defensa.
Vázquez también mencionó que el incidente comenzó cuando Rangel salió de su casa, se dirigió a una tienda de pizzería y luego «desapareció», dijo sin dar más detalles.
Luego de ser trasladado a un nosocomio le fueron practicados varios estudios clínicos que revelaron la presencia de cocaína y benzodiacepinas en su organismo que lo mantenían ‘desorientado’
Por ello, el obispo de Chilpancingo-Chilapa se mantuvo bajo observación médica, y con sus visitas restringidas tras ser localizado en un hotel.