Obesidad en México aumenta un 58% en dos décadas

Obesidad en México aumenta un 58% en dos décadas. FotoEspecial

Expertos destacan la necesidad de perspectivas estructurales y personalizados para frenar el avance de la obesidad en México

Obesidad en México creció un 58% en dos décadas afectando al 36,9% de adultos y expertos alertan sobre la urgencia de estrategias estructurales

 

Por: Martín Olivera

En las últimas dos décadas, la obesidad en México creció un 58%, consolidándose como una de las principales crisis de salud pública en el país. Actualmente, el 36,9% de la población adulta vive con obesidad, y se estima que para 2030 la cifra podría alcanzar el 45%, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT).

Al considerar el sobrepeso y la obesidad en conjunto, el panorama resulta aún más preocupante. El 75% de los adultos, el 41% de los adolescentes y el 35% de los niños presentan estas condiciones. México ocupa el quinto lugar mundial en obesidad, con cerca de 80 millones de adultos afectados por esta enfermedad crónica.

Se estima que para 2035 alrededor de cuatro mil millones de personas a nivel global podrían vivir con obesidad si no se implementan medidas urgentes. «Es momento de dejar de culpar a las personas y dirigir la atención hacia los cambios estructurales necesarios para combatir esta enfermedad de manera integral», afirmó el doctor Simón Barquera, presidente de la World Obesity Federation.

La obesidad trasciende las decisiones individuales y está influenciada por factores sistémicos como políticas de salud insuficientes, acceso limitado a tratamientos adecuados y falta de regulación sobre productos ultraprocesados. Además, factores como la exposición a contaminantes ambientales, la publicidad agresiva de alimentos ultraprocesados y la inequidad social también contribuyen al aumento de esta problemática.

Factores determinantes y riesgos en el tratamiento

Investigadores de Brasil y México identificaron ocho factores principales que influyen en el aumento de la obesidad en Latinoamérica. Entre ellos destacan el ambiente físico, el entorno alimentario obesogénico, los intereses económicos y políticos y las desigualdades sociales. También influyen la falta de acceso al conocimiento científico, las tradiciones culturales, los factores contextuales como el estrés y la predisposición genética.

El tratamiento de la obesidad requiere enfoques personalizados, considerando las necesidades específicas de cada paciente. «La obesidad no es una condición homogénea, por lo tanto, se requiere de un enfoque personalizado. Mientras algunos pacientes solo requieren cambios en el estilo de vida, otros pueden necesitar medicamentos, cirugías u otras intervenciones», señaló el doctor Ricardo Luna, miembro comisionado en Lancet para la Definición y Criterios Diagnósticos de Obesidad Clínica.

Automedicarse representa un riesgo significativo en el manejo de esta enfermedad, llevando a muchas personas a recurrir a soluciones no supervisadas. «La salud no debe ponerse en juego con recomendaciones genéricas o con la automedicación. Consultar a un profesional de la salud serio y comprometido con la obesidad es la única manera de recibir un tratamiento seguro, efectivo y accesible, adaptado a las necesidades de cada persona», advirtió el doctor Luna.

Propuestas para un enfoque integral

Los expertos coinciden en que combatir la obesidad requiere políticas públicas sólidas y acciones multisectoriales. «Garantizar el acceso a información confiable, tratamientos adecuados y asequibles, y atención médica de calidad es fundamental para frenar esta crisis de salud«, afirmó el doctor Valentín Sánchez, presidente del Colegio de Endocrinólogos de México.

Organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) proponen estrategias basadas en cuatro pilares fundamentales. Estos incluyen la promoción de estilos de vida saludables, el fortalecimiento de la educación científica, la regulación del entorno alimentario y la atención a grupos prioritarios como niños y mujeres en edad reproductiva.