Llenos de ira y vacíos de propuestas, ideas y liderazgos, los legisladores del bloque opositor iniciaron una nueva andanada verbal-propagandística y a gritos iniciaron lo que, si saben hacer, un espectáculo a grito pelado, contando del uno al 39 recordando la tragedia en Chihuahua de los inmigrantes, pero su indignación no llegó al 43, al 49 y las letras ABC.

Un diputado azul, sin ideología, porque ya se sabe que es un esbirro y mandadero del líder de otro partido, con propuestas distintas, aunque ahora, busquen el poder juntos a costa de lo que sea.

El, inició el conteo luego de una exigencia de justicia incompleta, sesgada e hipócrita a favor de los indocumentados incinerados en un albergue en Ciudad Juárez Chihuahua, olvidándose de que la justicia no ha llegado para los padres de los niños también quemados en la guardería ABC, propiedad de un familiar del expresidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala.

O los desaparecidos de Iguala, víctimas del gobierno de su nuevo patrón: ‘Alito’.

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Pareciera que los indocumentados son más importantes que los niños mexicanos, inocentes que estaban en su tierra, sin exponerse a ningún peligro, pero que la irresponsabilidad de una familia provocó un accidente mortal con el dolor para 49 familias.

Ante la falta de propuestas, argumentos válidos y armas de lucha política, lo único que buscan es que no les llegue el agua más allá del cuello. Taparse unos a otros y distraer la atención de escándalos como el de Alejandro Moreno que involucra personajes importantes de los medios de comunicación de exconsejeros del INE, actores políticos.

O el de la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, que extralimitándose de sus funciones firmó un convenio con un estado vecino del norte, contraviniendo la Constitución y las políticas del gobierno de México, que permite la intromisión de un gobierno extranjero en asuntos que son exclusivos de nuestra nación.