Cambiar las armas por latas de aerosol para hacer una revolución, así es como Saúl Ocampo Reyes, conocido como “El Señor de Bronce”, conceptualiza el mural que pintó en el centro de Emiliano Zapata, Morelos.
“Lo que estamos viendo acá atrás es un mural que realicé hace apenas algunos días. El mural fue donado al municipio, igual en honor al nombre del General Emiliano Zapata”, expresó.
Saúl tuvo su primer acercamiento al grafiti a los 11 años de edad y a los 13 comenzó su carrera.
“Fue empírico, yo soy autodidacta la verdad, es que yo todo lo aprendí en la calle y lo poco que aprendí ahora lo estoy ejerciendo y con mucho gusto; siempre desde chico yo en un momento vi grafiteando a unos camaradas y ahí fue donde me gustó y ahora yo lo hago”, contó.
Sobre su mural más reciente, donde se puede ver al General Emiliano Zapata Salazar con una lata de pintura en aerosol en la mano, Saul destaca el mensaje que pretende impulsar con sus creaciones: la revolución de las ideas ahora es pacífica y es a través del arte.
“Ahora la revolución es como yo lo proyecté con el General Emiliano Zapata, por medio del arte, la pintura. (Lo pinté) con una lata, por supuesto, eso de la lata yo le cambié la pistola por la lata por eso de transmitir más paz en nuestros mensajes, o sea que ahora nuestra revolución es por medio del aerosol, del grafiti, del arte, del mural, lo que se use para pintar, ahora esa es nuestra revolución, ya no son las balas”, dijo.
Y no lo dice por decir, ya que fue el grafiti lo que, como a muchos otros de sus colegas, lo ayudó a salir de actividades nocivas.
“Conozco gente que estuvo en las drogas, que estuvo en la cárcel, y la verdad hoy en día ya se dedican a esto y están alejados de todo vicio, la verdad. Es un trabajo muy digno y la verdad es algo que te cambia la vida radical, es salgo bueno, es en positivo.
“Para mí es eso, es esa esencia de vivir, para mí se convirtió en mi vida, en sí, yo la verdad le tengo mucho amor y en mí también ha cambiado muchas cosas, en realidad es algo maravilloso, es la vida. Yo también anduve en las pandillas en algún momento, carnal y yo creo que abandoné eso gracias a esto”, asegura.
Incluso poner su arte en muros y paredes es, además de una forma de ganarse la vida, una terapia que ayuda a manejar sus emociones.
“Hoy en día lo que es tristeza, enojo, amor, todo lo saco por medio del grafiti, del mural, sí hermano, es mi terapia y a la gente le gusta también, entonces estamos perfectamente bien”, dijo.
Con base en su experiencia, “El Señor de Bronce” envía un mensaje a los niños y jóvenes que desean expresarse a través del grafiti:
“Que no lo abandonen, muchas de las veces es un sueño que tenemos algunas de las personas, yo creo que muchas, y hoy en día yo creo que ha rescatado muchas vidas lo que es el arte, el grafiti, todo eso, yo creo que el consejo que yo les daría es que si les gusta, que lo sigan realizando y que cumplan el sueño, eso es yo creo que lo ideal y en la vida a eso venimos, a cumplir nuestros sueños”.