Compañeros de la escuela la amenazaban con llamar migración para deportar a su familia
Jocelynn Rojo Carranza, una niña de 11 años, se quitó la vida tras sufrir acoso escolar en su escuela en Texas. Sus compañeros la amenazaban con llamar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para que su familia fuera deportada.
La estudiante de sexto grado estuvo una semana hospitalizada en cuidados intensivos en Dallas, tras haber intentado suicidarse el pasado 3 de febrero. Desgraciadamente, falleció días después.
Según la madre de Jocelynn, Marbella Carranza, la escuela tenía conocimiento del acoso que sufría su hija, pero nunca la alertaron sobre la situación.
El acoso se volvió tan grave que se le asignó a la niña un consejero escolar con el que se reunía varias veces a la semana. Sin embargo, su familia no fue informada de la situación.
La menor recibía constantes amenazas de sus compañeros, quienes le decían que llamarían a migración para que su familia fuera detenida y ella se quedaría sola.
La familia de Jocelynn recurrió a la plataforma GoFundMe para solicitar apoyo económico.
«Por favor, ayúdenme a mí y a mi hija. Ella necesita volver a casa; está en un hospital infantil de emergencia. Cualquier ayuda, Dios los bendiga de nuevo. Muchas gracias a todos los que oran. ¡¡¡Dios los bendiga y le mande salud a mi niña!!!», señaló el padre. Días después, la información fue actualizada con el deceso de la menor. La cuenta recaudó 26 mil 580 dólares (543 mil pesos mexicanos) que fueron destinados para el funeral de la pequeña.
En un emotivo mensaje, su madre expresó su dolor: «Estuve esperando una semana entera por un milagro para que mi hija estuviera bien, pero lamentablemente no se pudo hacer nada. Mi hija siempre vivirá para mí, y siempre la amaré».
Ahora, la familia exige justicia y una investigación para esclarecer lo ocurrido y determinar por qué la escuela no tomó medidas para proteger a Jocelynn. Marbella Carranza ha pedido que las autoridades educativas rindan cuentas sobre su actuar ante el acoso que sufrió su hija.
El caso ha generado indignación y ha reavivado el debate sobre el bullying escolar y el impacto del miedo a la deportación en comunidades migrantes en Estados Unidos.