Anna tenía claro que no podía permitir otro embarazo, sin embargo en Estados Unidos no está permitido el aborto
27 de junio de 2022.- Con 23 años y un bebé de apenas cuatro meses, Anna tenía claro que no se podía permitir otro embarazo. Pero también sabía que en Texas, con una de las legislaciones estatales sobre el aborto más restrictivas de Estados Unidos, no iba a poder interrumpirlo.
Así que encontró un número de teléfono en las redes sociales y simplemente escribió por WhatsApp: «Necesito abortar».
El mensaje lo recibió Sandra Cardona en Monterrey, México.
Cardona fundó hace seis años en la capital del norteño estado de Nuevo León la “Red Necesito Abortar”, a la que bautizó así precisamente para que, quien la requiriera, la encontrara fácilmente en Google y en las redes sociales. «No le iba a poner ‘Las flores del campo’ o ‘Cosita bella'», le dice con humor a BBC Mundo.
Y desde entonces asiste cada semana a mujeres que optan por poner fin a sus embarazos tempranos con fármacos, como Anna, quien llegó una tarde a Monterrey «con su bebecita, lo tuvo por la noche, y se fue por la mañana», le cuenta Cardona a BBC Mundo. «Vino con una amiga y nadie más sabía nada».
Son abortos autogestionados, que se llevan a cabo con pastillas de venta libre en México y sin tener que acudir a una clínica, sin necesidad de un procedimiento quirúrgico.
Atienden a mujeres de Monterrey, a migrantes que se dirigen al norte y, cada vez más, a estadounidenses, sobre todo del estado que está al otro lado de la frontera, Texas.
La norma permite a los ciudadanos estén o no en el estado demandar por la vía civil a cualquiera que practique un aborto más allá de ese momento en el que un doctor pueda detectar actividad cardíaca embrionaria, a quien «ayude o sea cómplice» de ello, e incluso a quien «tenga la intención de ayudar o ser cómplice», sin aclarar a qué se refiere exactamente con esto último.
El precedente legal imposibilitaba a los estados prohibir el procedimiento mientras el feto no fuera viable fuera del útero, lo que hoy se considera ocurre alrededor de la semana 23 de embarazo, algo que la ley texana ya desafió, superando todos los obstáculos presentados en los tribunales el Supremo estatal y el de EE.UU.
Pero ahora, con la protección constitucional anulada, el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, anunció: «Hoy la cuestión del aborto vuelve a los estados. Y en Texas, esa pregunta ya ha sido respondida: el aborto es ilegal aquí».