Silvia Rojo destacó gran parte de su vida en ayudar a los demás y demostrar su amor por México
Este jueves por la mañana trascendió la muerte de Silvia Rojo, la filántropa mexicana que brindó apoyo a instituciones de salud pública y a personas de escasos recursos, amante del arte, la música y la moda.
Hija menor de cinco hermanos, nacida en diciembre de 1972, Silvia Rojo creció en un ambiente familiar saludable y amoroso, donde aprendió la importancia de ayudar a los demás gracias a sus padres Silvia García de Alba y Jorge Rojo Lugo.
Desde niña comenzó a interesarse en el área de salud pública; trabajando en la Cruz Roja y con el paso del tiempo crear sus propias iniciativas.
Amor por México a través de ‘Duerme Tranquilo’
En la actualidad fue reconocida principalmente por su trabajo en la Fundación Duerme Tranquilo A.C. desde 2014, la cual brinda apoyos a personas de escasos recursos y a las instituciones de salud pública con el objetivo de mejorar sus servicios.
Además, logró cumplir su sueño de construir la sala de trasplantes del Hospital Juárez de México en conjunto con el Patronato del Hospital y la familia Berger.
Silvia Rojo demostró su interés por dar una salud digna a las personas que más lo necesitan, pues también realizó la adecuación de la Primera Clínica de Prevención y Detección Oportuna del Cáncer en el Instituto Nacional de Cancerología, la construcción de un auditorio en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Dr. Manuel Velasco Suárez al igual que el fortalecimiento de la Campaña Libre de Humo de Tabaco en el Instituto Nacional de Pediatría.