Microorganismos pueden hacerse resistentes a los antibióticos gracias a los Microplásticos
Por Andrés Zimbrón
Cuando los plásticos se degradan por la luz ultravioleta del sol, las partículas desprendidas aumentan la resistencia de las bacterias ante antibióticos.
Un informe de la Escuela de Ingeniería George Brown de la Universidad de Rice estudió los efectos nocivos del poliestireno desechado. En los hallazgos los científicos encontraron que los microplásticos proporcionan un perfecto ecosistema para desarrollar microorganismos y contaminantes químicos.
Pero el resultado más importante del estudio fue que las partículas flotantes entregan a las bacterias la capacidad de generar resistencia a los antibióticos. El estudio «El envejecimiento UV de los microplásticos aumenta la adsorción proximal del donante-receptor de ARG y la lixiviación de sustancias químicas que mejoran sinérgicamente la propagación de la resistencia a los antibióticos» publicado en el Journal of Hazardous Materials explica cómo la degradación ultravioleta de los microplásticos en el medio ambiente es la plataforma ideal para fortalecer los genes de los microorganismos.
Los genes están blindados por cromosomas bacterianos, fagos y plásmidos, todos son vectores biológicos que pueden propagar la resistencia a los antibióticos, disminuyendo su capacidad para combatir infecciones. El estudio realizado en colaboración con investigadores de China y la Universidad de Houston también mostró que la extracción soluble química del plástico potencializa su resistencia.
«Realmente nos sorprendió descubrir cómo el factor de envejecimiento del microplástico mejora su resistencia a los antibióticos», expresó Pedro Álvarez, coautor del estudio. Cada 100 nanómetros de cinco micrómetros de diámetro en los plásticos expuestos a una luz ultravioleta solar, tiene la capacidad suficiente para atrapar microbios.
A medida que los plásticos se degradan, también filtran productos químicos de despolimerización cuyo propósito rompe las membranas de mis microbios. Este factor le proporciona a los genes resistentes a los antibióticos a mutar a los microorganismos volviéndolos más fuertes.
«Cada superficie microplástica puede fungir de plataforma donde se desarrollan las bacterias susceptibles acelerando la transferencia de genes al ponerse en contacto con los microbios», afirma el artículo. Según los propios investigadores, esa sinergia podría enriquecer las condiciones ambientales favorables para los microorganismos y desarrollar una resistencia a los antibióticos, incluso si hay ausencia de los mismos.
Hoy en día el plástico se ha convertido en un problema para la humanidad, la producción mundial de plásticos aumentó de forma exponencial. En 1950, el plástico representaba 2,3 millones de toneladas de la basura total a nivel mundial. En 1993 la cifra alcanzó los 162 millones de toneladas y para 2015, 448 millones de toneladas.
Otras cifras proyectan que el plástico tardará más de 450 años en poderse degradar por completo en la Tierra, por esa razón, la comunidad científica se expresa preocupada por la producción. Pues no solo se trata de la afectación hacia los ecosistemas, la contaminación o la flora y fauna, sino también de los peligros exponenciales que existen en la resistencia de los microorganismos.