Al 43′, el Tricolor recuperó el aliento desde una tanda de penales con un resultado sufrido con en el que venció a Honduras en el Estadio Azteca
¡Ufff! La selección mexicana logró clasificar para la Copa América de 2024, pero para lograrlo pasó grandes apuros; fueron más de cien minutos de suspenso y drama, porque el conjunto mexicano no encontraba el gol, y en la tanda de penales la fortuna les sonrió.
Pero, sin ser una selección que convenza, tendrá mucho trabajo por hacer para mejorar la imagen.
El equipo mexicano salió con el cuchillo entre los dientes, dispuesto a cambiar la bochornosa imagen del pasado viernes, si en Tegucigalpa faltó actitud, en el Azteca se buscó mostrar desde el primer minuto.
La aceleración del cuadro Tricolor fue tal que en las primeras pulsaciones Érick Sánchez cabeceó la pelota, pero el poste le negó el gol.
El mensaje era claro: la historia tenía que cambiar. México se hizo con el control del partido, pero Honduras estaba preparado para este escenario. No se intimidaron los catrachos que conscientes de lo que vivirían en el Coloso de Santa Úrsula saltaron con un bloque defensivo que aguantó las embestidas nacionales.
Aguantó a pie firme el equipo hondureño, a México le fue entrando la ansiedad en el cuerpo, porque quería, pero no podía, buscaba, pero no encontraba. Una, dos, tres pelotas muertas en el área y no había un mexicano que la mandara al fondo.
Esa frustración llegó también a la tribuna, porque vieron como los hondureños se perdieron dos jugadas claras; entonces apareció el grito prohibido que se escuchó con fuerza al 37′. México se nublaba y en la grada se reflejaba.
Llegaba el medio tiempo con la esperanza para los hondureños y desazón para los mexicanos, pero el juego dio un giro. Luis Chávez le pegó con la zurda a una pelota detenida, su cobro libró la barrera y venció, por fin, al portero Edrick Menjivar.
A los catrachos les quedaba una bala aún en la recamara. Reinaldo Rueda mandó un par de cambios para hacer más fuerte el bloque defensivo.
El tiempo avanzaba y México ya no atacaba con vehemencia, vinieron Giménez y Quiñones al 70’ y apenas con un par de minutos en el campo Julián la tuvo, pero su tiro se fue más desviado.
El suspenso se podía respirar en el aire. En la recta final el gol se negó en al menos tres ocasiones.
Todo parecía perdido, pero en la última acción, y cuando el tiempo de compensación ya se había rebasado, Edson Álvarez empató el global con un remate con la derecha al minuto 101.
Empezaba una nueva serie, porque en tiempo extra no valía ya el gol de visitante. El estado anímico y la atmósfera ya eran del Tricolor.
Mientras que Honduras no se salió del script, y el conjunto mexicano acusó el cansancio.
Los catrachos miraban a los penales y México apelaba a concretarlo antes.
Pero todo se definió desde los 11 pasos, donde Malagón se vistió de héroe y Huerta repitió su cobro en tres ocasiones. ¡Ufff! Suspenso total.