La Basílica de San Pedro permaneció abierta casi toda la madrugada, para que los fieles pudieran entrar y dal el último adiós al pontífice argentino.
Más de 61 mil personas han accedido a la Basílica de San Pedro para dar su último adiós al papa Francisco hasta la tarde de este jueves 24 de abril, cuando se cumple el segundo día de exposición del féretro donde descansa el pontífice argentino.
Ante la alta afluencia de fieles, la Santa Sede amplió el horario de apertura al público de la basílica, la cual permaneció abierta esta madrugada hasta las 5:30 horas y cerró únicamente para la reorganización y tareas de limpieza, después, reanudó su apertura cerca de las 7:00 horas.
Cerca de media noche, hasta el momento del cierre temporal de la Basílica, se registró la visita de hasta 13 mil personas que rindieron homenaje al primer pontífice latinoamericano.
A la mañana del segundo día, el flujo de público para despedirse del papa Francisco, continúo de manera constante. Pues las filas de cientos de personas se extendían hasta zonas aledañas al Vaticano, en medio de un estricto control de la Policía y la Protección Civil.
A pesar de que este miércoles, en la primera jornada de exposición, la hora prevista de cierre era la medianoche, se decidió dejar la basílica vaticana abierta para permitir que los fieles que habían hecho hasta 3 horas de fila pudieran entrar para homenajear al pontífice argentino.
El día de mañana, viernes 25 de abril, la basílica cerrará sus puestas a los fieles a las 19:00 horas para la ceremonia del cierre del féretro, previo al funeral del papa Francisco, programado para el sábado 26 de abril a las 10:00 horas.
Entierro del papa Francisco será en Santa María La Mayor
Francisco yace dentro de un féretro de madera, sin el tradicional catafalco, en una plataforma casi a ras del suelo, como él había indicado y situado en el altar de la Confesión frente a la tumba de San Pedro, a los pies del baldaquino de Bernini.
El sábado, tras el funeral, su cuerpo será llevado a la basílica romana de Santa María La Mayor para ser enterrado en una capilla, tal y como el pontífice argentino dispuso en vida por ser muy devoto de la Virgen que custodio, la ‘Salus populi romani’.