Carlos Ramos

Ya lo deslizó sin necesidad alguna, el presidente habló de la posibilidad de presentar una iniciativa para ampliar su mandato, aseguró que no lo haría, pero tocó el tema e intenta demoler a dos instituciones que le estorban para sus propósitos: la UNAM y el INE.

No es ocioso que el Fisgón usara la explanada de CU para fines políticos como lo hizo Sheinbaum para que un grupo de acarreados le gritaran a la sombra de rectoría “presidenta”.

No es casual que la pirotecnia inicie en el CCHSUR y que pretendan extenderla al campus universitario como lo hicieron este lunes, dañando patrimonio nacional y quemando la bandera monumental frente al Estadio Olímpico.

Gente pagada por el gobierno como consta con los burócratas en nómina que han agredido a Lorenzo Córdova y a Denise Dresser y que sirven a la 4T.

Esos mismos encapuchados que procuran el secuestro de instalaciones y viven en una evidente impunidad anta la complicidad del gobierno de la capital y la fiscalía de la CDMX.

Los ataques frontales a la UNAM no han sido contestados por personajes como Juan Ramón de la Fuente, la misma Sheinbaum o Alejandro Encinas que gusta de ir a los juegos de fútbol americano en el Olímpico.

Guardan cobarde silencio para no enfrentar a AMLO y dan paso a quienes pretenden incendiar a la UNAM en la antesala de los procesos electorales.

Su intención ha sido torpedear a la ciencia, a la autonomía y convertir a la Máxima Casa de Estudios en centro de adoctrinamiento político.

Vamos ni exámenes de admisión acepta.

Esto va ligado al INE que en estos días habrá de superar fuertes presiones con la llamada Reforma Electoral en donde el Ejecutivo manifiesta la intención de que los consejeros sean electos por votación popular y entonces incrustar a su conveniencia a todos aquellos incondicionales que califiquen sus referéndums, encuestas y elecciones.

Las cartas son claras a AMLO le molestan las instituciones autónomas y más aún aquellas que con solidez, no le permiten el desgarre de la nación con sus caprichos e imposiciones.

Revisemos el historial del tabasqueño para entender que su fórmula es el autoritarismo y la intolerancia, dos elementos que en la UNAM y el INE no se permiten por su amplia disposición al cumplimiento de la ley, a la formación de generaciones basadas en el conocimiento, a la información y a lograr una estabilidad y crecimiento digno para el país.

Las dos instituciones son ejemplo mundial de integridad y evolución, menos para la 4T.

Enrique Graue y Lorenzo Córdova destacan por su talento y enorme capacidad de diálogo, han enfrentado al poder presidencial con gallardía estimulando la fuerza de la legalidad.

Los atropellos verbales y políticos desde Palacio Nacional han encontrado un dique de contención fundamentalmente por la defensa mayoritaria de la sociedad a dichas instituciones, no así, a la baja estatura de quienes sumisos, dentro y fuera de la nación, pretenden violentando arrebatar los espacios.

Hay quienes se ocultan detrás de escritorios y otros portando máscaras y capuchas, pero quienes tienen valor e integridad, muestran el pecho y el rostro para enfrentar los agravios.

*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.

@cramospadilla