(Con información de Edgar H. Clemente.-) La realidad que enfrentan los menores durante las caravanas migrantes, las cuales en los últimos días se encuentran asentadas en Tapachula, Chiapas, y partes de Oaxaca, refleja la crisis humanitaria que sufre este sector de la población que enfrenta una burocracia tortuosa.
En marco del Día Internacional del Migrante, que se conmemoró este 18 de diciembre, es importante analizar la realidad de esta población; quienes viven entre trámites sin fin, detenciones arbitrarias y abusos por parte del Instituto Nacional de Migración (INM), xenofobia y un asedio del crimen organizado.
Y es que a lo largo de este año, hasta millón de migrantes han sido detenidos por el INM en México sin que tengan acceso a regularización ni que sean deportados, lo que hace suponer que deambulan por el país a merced de la delincuencia, de acuerdo con organizaciones de la sociedad civil.
Con el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, se espera un panorama incierto para los migrantes que viajan desde la frontera sur en busca de llegar a tierras americanas.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha intensificado los controles para contener las caravanas migrantes en el centro del país, en respuesta a las amenazas de Trump de aumentar los aranceles.
Dentro de estas caravanas, podemos ver a padres de familia que cargan a sus hijos en brazos o buscan formas de transportarlos durante la noche, mientras recorren cientos de kilómetros en su travesía.
