¡A qué cosas con la sequía en el norte!, sin duda es uno de los temas del momento. Mucho se habla de que la ciudad de Monterrey sufre de una sequía extrema y que sus habitantes cuentan con tan solo seis horas al día de bombeo, que hay pobladores que hacen fila desde la madrugada frente a las tomas para garantizar llevar agua a sus familias, que les han destruido represas a algunos ranchos ganaderos, que las utilizaban para acaparar agua (lo cual es ilegal desde la promulgación de la constitución de 1917), que si hay quienes han secuestrado pipas y hasta se han hecho cadenas de oración desde hace 5 meses y que hasta el mismo gobernador de Nuevo León, ha pedido a la gente “ prender una vela” para que llueva.
Pero no solo es Monterrey, todo el Estado de Nuevo León, junto con Baja California Norte y Sur, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Coahuila, Nayarit y Puebla, sufren sequía severa, otros Estados que viven sequía excepcional son Colima, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Tabasco y el sur de Veracruz, aunque no ha tenido tal exposición mediática.
Y cada quien defiende lo suyo, nadie está dispuesto a ceder su agua; el pasado 14 de julio, el Gobernador de Nuevo León aseguró haber encontrado agua para Monterrey en el municipio de Arteaga, Coahuila; luego entonces, comenzaría el diálogo con los ejidatarios. Al día siguiente, se dio a conocer la obvia respuesta: ¡NO VAMOS A PERMITIR QUE NOS QUITEN NUESTRA AGUA! Junto con ésa respuesta, sí llovió; llovieron memes, parodias y burlas contra el mandatario en todas las redes sociales.
Inclusive, ahora se comienza a analizar un plan para desviar parte del caudal del Río Pánuco, para solventar la escasez de agua, o sea, ¡hacer un hoyo para tapar otro!¡Brillante! Yo creo que la respuesta será un nuevo NO. Ya desde hace décadas, Tamaulipas y Nuevo León han tenido disputas por el agua, tal vez no recuerdes el asunto de la presa de “El cuchillo”, pero yo sí.
El Gobierno Estatal además ha buscado “convencer” a las grandes empresas para que cedan agua de sus pozos y redirigirla al consumo urbano. ¡Que absurda y cruel realidad!, no importa que mucha gente carezca de agua, tampoco importa que los ecosistemas y decenas de especies de flora y fauna se pierdan, lo que importa, es no incomodar a ésas grandes empresas.
Decenas de compañías gozan de permisos federales desde hace décadas para explotar mantos acuíferos con los que mantienen activa su producción (por eso seguimos teniendo cerveza,agua embotellada y refrescos en cada OXXO, además la industria textil no para). Ésa agua no proviene de las presas, sino de mantos acuíferos y pozos subterráneos. 63 empresas cuentan con pozos en concesión que suponen el 32 por ciento de las aguas subterráneas. Menos mal que 38 ya decidieron ayudar, donando parte de su agua.
A nivel Federal, nuestro presidente de la República, con su habitual populismo ha dicho en una de sus famosas conferencias mañaneras: “… porque se le debe de dar preferencia al consumo doméstico. En una situación de emergencia se tiene que priorizar y se tiene que atender primero a la gente, no el agua para las empresas”
Priorizar… priorizar, si todo esto es una lección, una advertencia de la cual debemos aprender, como dicen tantos discursos, ¿no se debería priorizar en dejar de contaminar? frenar la construcción del tren maya, la refinería de Dos Bocas, ampliar la zona de protección de la vaquita marina o del jaguar, cuatro de los más grandes ecocidios de la actual administración, por ejemplo
Y más arriba de él, la misma Iglesia Católica les recordó a sus feligreses que los efectos del cambio climático van a continuar, entre ellos más sequías; “estamos abofeteando a la naturaleza y la naturaleza se la va a cobrar”, nos ha advertido el Papa en repetidas ocasiones: «Todo esto debe hacernos reflexionar sobre la protección de la creación, que es nuestra responsabilidad, de cada uno de nosotros. No es una moda, es una responsabilidad: ¡el futuro de la tierra está en nuestras manos y con nuestras decisiones!» dijo el pasado mes de junio, en una misa en Roma.
“… Reflexionar sobre la protección de la creación…” Ojalá lo pongan como un onceavo mandamiento: “Honrarás la creación del Señor, éste planeta en el que vives y lo preservarás”, o simple y sencillamente: “No Contaminarás”. Si tan solo se les hubiera ocurrido hace 200 años, cuando la gente creía ciegamente y obedecía todo. Ahora no se si funcione, yo hasta la fecha no conozco a nadie que cumpla cabalmente con los diez mandamientos ni se libre de alguno de los siete pecados capitales. Pero, transpolar el apocalipsis bíblico a nuestra realidad, hacerle sentir a la gente que los cuatro jinetes ya caminan entre nosotros y que estamos viviendo este infierno climático a consecuencia de nuestros pecados, sería un gran aliciente para cambiar. En lugar de rezar por el perdón de nuestras almas.
Bueno, todo parece indicar que, por fin, los humanos comienzan a ser conscientes de la realidad. Ya comienza a sentirse esa bofetada que nos regresa la naturaleza. Y los pronósticos comienzan a hacerse realidad: la gente abandonará las grandes ciudades por falta de agua, llevamos 20 años oyéndolo.
Si nos falta agua es porque somos una población cada vez mayor, la cual ocupa cada vez más agua, que se extrae de un sistema de acuíferos sobre explotados que no se recuperará mientras siga aumentado la población y la producción industrial. “Proteger la creación” va más allá de preservar la existencia humana.
Y en medio de éste apocalíptico y seco panorama, hay madres esperando con inmensa felicidad la llegada de sus hijos éste mundo agónico que cuenta sus días en reversa. ¿En serio?, Pues discúlpenme si no las felicito. Y digo apocalíptico, porque nunca antes, la iglesia católica nos pidió rezar por el medio ambiente. Luego entonces, si está fatal.
Chaneke verde