La digitalización se incrementó, pero no nuestra inserción en la economía digital

El reciente 17 de mayo se celebró el día mundial del Internet y de la Sociedad  de la Información, establecido por la ONU desde 1969, aunque los antecedentes  de la sociedad de la información datan de 1975, cuando el gobierno de Francia  Comisionó a Simón Nora y Alain Minc para analizar el fenómeno de la sociedad  de la información a partir de la informática, la cual tenía un papel preponderante  en los impactos en la sociedad. 

Posteriormente Manuel Castells en “La era de la Información” publicada en  1997, concluyó que la revolución tecnológica, centrada en las tecnologías de la  información reconfiguró, la base material de la sociedad, de manera vertiginosa,  propiciando que las economías del mundo, sean interdependientes a escala  global, derivando en nuevas formas de relacionamiento de las economías y las  sociedades, por lo que tanto el conocimiento como los flujos de información, se  constituyeron en el eje articulador, de los procesos productivos, científico tecnológicos, políticos y sociales como también lo dijo Juan Carlos Tedesco. 

Estos desarrollos tecnológicos convergen con el surgimiento del internet a partir  de 1967 en el que la Agencia de Proyectos Avanzados del Pentágono, creó una  red militar, la cual gracias a la cooperación con varios centros de investigación  

académica dieron forma al ARPA, la cual, bajo la dirección de John Licklider  del Instituto Tecnológico de Massachusetts, articularon una red de ordenadores  llamándola ARPANET, logrando conexiones internacionales a partir de  california y Hawái, con Noruega e Inglaterra. 

Fue el físico Tim Berners-Lee el que inventó en 1989 la World Wide Web como  herramienta para científicos, que se constituyó en la red informática mundial,  como un sistema lógico de acceso y búsqueda de información, creándose así las  páginas web.  

Peter Drucker manifestó que el procesamiento de la información, aplicado en  los diferentes momentos de las cadenas productivas transformaba  cualitativamente el mundo del trabajo.  

Los ordenadores conectados por el internet comparten información, mediante  una comunicación permanente, lo que dio lugar a múltiples aplicaciones; esta digitalización de procesos se ha venido acelerar e intensificar en rutas de  escalamiento vertiginoso, por los efectos de la pandemia del COVID-19. 

La convergencia de la economía del conocimiento y de economía digital, han  configurado un paradigma tecnológico de altos impactos en todas las  actividades humanas, acelerando, por una parte, pero por otra rezagando los  avances Tecno productivos y por ende de desarrollo y bienestar en los distintos  países, dando paso a nuevas brechas de desarrollo. ¿dónde está México? 

Según el informe de 2020 de la Asociación de Internet MX, en México existen  86.8 millones de internautas, que representan el 76.3% de la población de 6 años  y más, mientras que en el 2015 los internautas sumaban 61.3 millones; el 20.2%  del total de internautas tienen entre 25 y 34 años, el grupo de edad con menos  participación son los de 55 años y más, ya que solo alcanzan el 9.8%, inferior  al 10% de los niños de 6 a 11 años. 

Debido a la pandemia el uso se incrementó en 51%, a pesar de que se registró  una lenta velocidad en la navegación, ya que representó el 69.2% de los  principales problemas de navegación, ocasionando interrupciones en la  transmisión, otros problemas que se presentaron en la navegación son: servicio  intermitente 25.8%, hackeo 5%. En cuanto a los dispositivos que se usaron para 

conectarse el smartphone alcanzó el 92%. Llama la atención que los usuarios  de redes sociales alcanzan el 66%, mensajería instantánea, 26.5%, correo  electrónico el 17.8%, ver películas 15.3% y escuchar radio 15.1%. 

Los mexicanos estamos caracterizados más como usuarios que como creadores  de tecnología, un indicador es el 95% de las solicitudes de patentes son de  extranjeros; el acceso a internet, son principalmente por los jóvenes de 25 a 34  años, fundamentalmente en redes sociales, lo cual quiere decir que nuestras  organizaciones productivas, sobre todo las pymes, no utilizan esta tecnología en  sus procesos productivos y de mercado, lo que denota un rezago en su inserción  en la economía digital, sumado a la falta de transferencia de conocimientos  codificados, explica su falta de productividad y competitividad.

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Actualmente Director del Observatorio Tecnológico de Hidalgo (OTecH) (2011 a la fecha), profesor Investigador en la UAEH (2009 a la fecha), presidente de la academia de Fundamentos de la Metodología de Investigación. El 26 de octubre del 2020 obtuvo el grado de Doctor en Ciencias Administrativas en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo con la tesis “Modelo Virtual para la Transferencia Tecnológica y de Conocimientos en el Estado de Hidalgo” Estudio LA Licenciatura en Economía en el IPN (1971-1976) y la Maestría en Ciencias de la Administración en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (1992-1994), Conduce el programa de radio “Sinérgica: El Rostro Tecnológico de la UAEH