Sin unidad, no hay paz: Biden

Juró el cargo sobre la misma Biblia que ha utilizado durante toda su carrera política

Ciudad de México.- Después de los cuatro años de la turbulenta administración de Donald Trump, Joe Biden tomó protesta como el presidente 46 de Estados Unidos, mientras que la demócrata Kamala Harris hizo historia al jurar como vicepresidenta, convirtiéndose en la primera mujer afroamericana y la primera persona de origen asiático en llegar a este puesto en el país.

“Juro solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos, y hasta el límite de mi capacidad, preservar, proteger y defender la Constitución”, fueron las palabras que Biden pronunció durante la ceremonia de su investidura.

Ante las escalinatas del Capitolio y en medio de grandes medidas de seguridad, a las 11:50 hora local, Biden comenzó el juramento. “Así que Dios, ayúdame”, exclamó al término del discurso.

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Biden juró el cargo sobre la misma Biblia que ha utilizado  durante toda su carrera política: un enorme tomo que es propiedad de su familia desde 1893 y que mide casi 13 centímetros de ancho.

El presidente se apoyó por última vez en esa Biblia para jurar en 2013 su segundo mandato como vicepresidente estadunidense, cargo que ejerció entre 2009 y 2017 con Barack Obama como presidente.

Obama presenció a pocos metros de distancia el juramento del que fuera su mano derecha en la Casa Blanca.

El juramento del cargo fue tomado por el juez John Roberts, presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos.

La investidura se celebró con un público reducido debido a los protocolos para evitar los contagios por COVID-19, y un dispositivo de seguridad sin precedentes en la historia del país, con hasta 25 mil militares desplegados en Washington.

La ciudad está en máxima alerta desde que el pasado 6 de enero cientos de seguidores radicales del presidente saliente de EU, Donald Trump, asaltaran el Capitolio, un suceso que conmocionó al país y que arrebató la vida a cinco personas, incluido un policía.

Rompiendo con la tradición, Trump no asistió al acto de investidura de su sucesor y puso rumbo a su mansión privada en Palm Beach, Florida, estado donde llegó poco antes del inicio de la ceremonia.