Tras una marcha, los policías inconformes rechazaron el recorte de aguinaldos al advertir de que por sí no han tenido aumentos salariales y sus altos mandos han cometido una serie de abusos en contra de la corporación por lo que exigieron destituirlos.
Esta mañana un centenar de policías de Tizayuca, Hidalgo, iniciaron un paro laboral para rechazar el recorte en el pago de aguinaldos y aprovecharon para marchar y gritar consignas en contra de sus altos mandos por maltratos y abusos así como falta de armamento y patrullas para el combate al crimen.
“Policía callado, jamás será escuchado”, se escuchó una y otra vez mientras los policías locales caminaban sobre la antigua carretera México-Pachuca rumbo a la sede de la Presidencia Municipal.
Los inconformes exigen diálogo con la alcaldesa Susana Aracely Ángeles Quezada para que resuelva sus demandas puesto que ellos tienen que enfrentar a la delincuencia y exponer su vida, mientras que las autoridades municipales pretenden recortarles sus prestaciones de ley.
Son hombres y mujeres policías los que pararon labores dejando a Tizayuca sin seguridad.
La situación se complica en ese municipio que colinda con el Estado de México.
“Fuera represalias”, gritaron frente a la sede de la alcaldía alterna y exigieron hablar con la alcaldesa Susana Ángeles y no con ningún funcionario o funcionaria.
