Ignacio López Tarso, orgullo del teatro mexicano, cumple 97 años

Actor teatral egresado del INBAL, considerado uno de los más importantes de la escena mexicana quiere seguir actuando.  Pide a productores que no lo olviden, le urge seguir haciendo lo que ha amado toda su vida

Ciudad de México. – El actor de cine, teatro y televisión Ignacio López Tarso, con una trayectoria de 70 años, de 53 películas, 31 obras de teatro, además de destacadas participaciones en programas de televisión cumple 97 años este 15 de enero

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Compañía Nacional de Teatro, expresan sus parabienes al actor mexicano egresado de la carrera de Arte Dramático de la Escuela de Arte Teatral de este Instituto.

López Tarso compartió  como celebró el viernes, a través de su muro en facebook:

“Hoy acabo el día muy feliz y satisfecho… Festejé mis 96 con mis hijos, nietos y bisnietos… Ya sólo me faltan cuatro para llegar a los 100, y me urge volver trabajar y poder abrazar a mi familia y amigos. Muchas gracias a todos y todas. Ha sido un cumpleaños maravilloso”, fue el mensaje que López Tarso dejó en su muro, acompañado de siete fotografías de la celebración.

Ignacio López Tarso inició su carrera de actor en la Compañía de Teatro Estudiantil Autónomo.

Posteriormente pasaría a formar parte de la compañía de Teatro Clásico de México, con la que interpretó un repertorio de obras del teatro clásico español, como La Celestina (1953), de Fernando de Rojas, y Las mocedades del Cid (1953), de Guillén de Castro.

Alcanzó el pleno reconocimiento profesional encarnando al soberano azteca Moctezuma Xocoyotzin en Moctezuma II (1954), de Sergio Magaña. A partir de ese momento se convirtió en un actor imprescindible en las obras de los dramaturgos Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernández y Sergio Magaña, y en los montajes del director teatral de origen japonés Seki Sano.

El actor del elenco estable de la CNT, Arturo Beristain, ha trabajado en múltiples ocasiones con el primer actor, en El juego de niños, en el año 1972, y El desperfecto de Dürrenmatt, en 1990, así como en la novela histórica Senda de gloria, en la cual yo Beristain es el presidente Cárdenas y López tarso el general.

Al compartir algunos recuerdos, señaló que también hizo radio al lado de López Tarso, en La verdadera historia de la conquista de la Nueva España en Radio Educación. “Eso te habla del tipo de actor que es, hace radio, televisión, teatro y muchas veces todo al mismo tiempo.

Además, considera que Tarso es la transición del teatro español tradicional a la antigua, rebuscado, redicho, exagerado, a un tipo de actuación verdaderamente moderno:

“Él es de la primera generación de la escuela de teatro, antes no se estudiaba la carrera, se aprendía en las tablas”, y agrego que sus maestros fueron Xavier Villaurrutia, Salvador Novo y Seki Sano, entre otros.

Un orgullo de nuestro teatro mexicano

Para Óscar Narváez, el maestro López Tarso es, en el presente, la figura más importante de las artes escénicas de nuestro país. Pocos actores en el mundo poseen una trayectoria y un currículum como el que tiene él.

Alumno preferido de Novo y Villaurrutia. Sin duda, un orgullo de nuestro teatro mexicano”, agregó el actor integrante del elenco estable de la agrupación artística del INBAL.

Otra de las actividades en las cuales ha participado durante varios años ha sido la promoción y fomento de la lectura, al asistir al ciclo Leo… luego existo, programa de Extensión Cultural del INBAL, el cual consiste en leer en voz alta fragmentos de diferentes obras en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

En su trayectoria cinematográfica, López Tarso ha desempeñado una labor importante en el desarrollo del cine, participando en títulos memorables como Nazarín (1958), de Luis Buñuel; Juana Gallo (1960), de Miguel Zacarías, o Tarahumara (1964), de Luis Alcoriza. Con el director Roberto Gavaldón rodó destacados filmes, como Macario (1960), El gallo de oro (1964) y La vida inútil de Pito Pérez (1970).

A lo largo de su carrera ha recibido numerosas nominaciones y premios, entre ellos: el Golden Gate al mejor actor, por su trabajo en El hombre de papel (1963), de Ismael Rodríguez, y por Macario (1960), de Roberto Gavaldón.

También están los Premios Ariel por su trayectoria fílmica (2007) y por mejor actuación en Rosa Blanca (1973), así como nominaciones a mejor actuación por Rapiña (1975), El profeta Mimí (1974).

El derecho de nacer (1981) o Senda de Gloria (1987) son parte de las varias series históricas de televisión en las que participó en las décadas de los setenta y ochenta.

¡Larga vida al maestro Ignacio López Tarso!