Desde huipiles hasta una elegante pero delicada sastrería, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ya destaca con su estilo profesional.
Sin duda, una de las personas que más ha llamado la atención por todo su estilo es Claudia Sheinbaum Pardo. Y es que además de cobrar una gran relevancia al ser la primera mujer en llegar al máximo cargo del país, la científica mexicana logró captar la atención de distinguidos stylists y amantes de la moda desde inicios de su precampaña.
Colores, maquillaje y accesorios bien seleccionados; trajes pulcros y sobrios; huipiles que logran reflejar cercanía y comodidad; hasta un peinado sencillo pero cuidadoso que se convirtió en una imagen de campaña.
Con todos estos elementos, Claudia Sheinbaum envió —y continúa enviando— un discurso específico a distintos sectores de la población.
De acuerdo a stylist expertos, la presidenta refleja uno de los mejores estilos en los últimos años para una líderesa política, ya que combina diferentes elementos que podrían chocar entre sí.
Pero su equipo de trabajo lo ha podido manejar de excelente manera. Al ser la primera mujer en 200 años en convertirse en presidenta de la República Mexicana, Sheinbaum Pardo se encarga de presumir con orgullo este logro, ya que con sus distintos trajes sastre no solo proyecta sobriedad y elegancia, también seguridad y liderazgo, características que la deben distinguir al estar frente a una nación y en espacios dominados principalmente por hombres.
Uno de los discursos que acompaña a Claudia Sheinbaum es el de la cercanía con la gente y la austeridad, característicos en la ideología de las y los abanderados por la 4T.
Es por eso que Sheinbaum opta constantemente por el uso de bordados artesanales de pueblos indígenas en sus trajes. Durante sus recorridos y eventos públicos es común verla
con huipiles, una de las prendas más utilizadas por las mujeres en el ámbito político.
El vestido marfil de la primera presidenta de México
Tanta es la importancia de este elemento, que lo integró a su ahora icónico vestido marfil con el que tomó protesta como primera presidenta de México el pasado 1 de octubre; dicho vestido fue obra de la artesana oaxaqueña, Claudia Vásquez Aquino, el cual fue elaborado con la técnica de bordado a mano con aguja y el tejido con ganchillo.
En cuanto a la austeridad que presume constantemente Morena, su equipo y la presidenta lo han hecho muy bien, pues con accesorios que van con su personalidad sobria y elegante, eligen aretes y collares pequeños acompañados únicamente de su anillo de matrimonio.
De acuerdo a expertos en imagen pública, su escaso maquillaje envía un mensaje de ser
una mujer honesta y ocupada.
La importancia de los colores en Shienbaum
Otra de las herramientas más importantes que incorpora en su vestimenta es el color; al comienzo de su campaña, e incluso desde precampaña, empezó con el guinda, color del partido que la arropó previo a su investidura como presidenta.
De acuerdo a la psicología del color, se asocia a la elegancia, sofisticación, formalidad, pero también a la autoridad y poder.
Sin embargo, otro color importante y recurrente en su guardarropa es el morado, tono que representa la lucha de las mujeres y refuerza no solo su mensaje de “tiempo de mujeres”, sino el hecho histórico de convertirse en la primera presidenta del país.
Tal y como lo hizo en su participación de la cumbre G20, donde destacó como una de las
pocas mujeres líderes de un país. Con cada uno de estos elementos, Claudia Sheinbaum ha logrado crear una marca personal ante millones de personas.