Colectivos que tomaron CNDH convirtieron el recinto en un refugio al que llegan mujeres violentadas y familiares de víctimas de feminicidio


México.- Las mujeres que mantienen la toma de las oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ubicadas en el centro de la ciudad advirtieron que no devolverán las instalaciones.

Por el contrario, señalaron, ahora se trata de una acción “okupa” por lo que esta sede “será refugio para víctimas de violaciones a sus garantías”.

Se trata, dijeron, de una decisión ante la “inmovilidad” de autoridades de los tres niveles de gobierno para dar respuesta a sus demandas de verdad y justicia ante diversos crímenes como feminicidios, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, homicidios dolosos, entre otros.

Grupos feministas exhibieron en redes sociales cortes de carne gourmet que supuestamente encontraron al interior de la institución.

Ayer las manifestantes sacaron a la calle toda la supuesta comida que encontraron en el inmueble donde despacha Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la CNDH, y también han publicado más fotos y videos en redes sociales.

Con el apoyo del colectivo Feminista Bloque Negro, las mujeres (madres e hijas de víctimas de violencia) cambiaron simbólicamente el nombre de este espacio. Con un martillo tiraron el letrero oficial de la CNDH y en su lugar colocaron una manta con el “nuevo nombre”: Ocupa, Casa de Refugio Ni Una Menos México.

Además, tomaron una obra de arte propiedad del organismo nacional, una pintura de Francisco I. Madero, la cual rayaron con pintura en aerosol y dijeron que será subastada para “sostener el movimiento”.

Erika Martínez, una de las madres que participa en el movimiento, aseveró: “No es intimidación, esto es una respuesta a sus omisiones”.

Por su parte, Yesenia Zamudio, madre de una joven víctima de feminicidio en enero de 2016, subrayó que “se trata de una toma definitiva, no lo vamos a entregar, es un okupa para las víctimas. Aquí van a vivir madres de víctimas que tienen niños huérfanos (de padre) y que no tienen dónde vivir, ésta será su casa. No lo vamos a entregar, no hay negociación, y que le hagan como quieran”.

Las mujeres en posesión de las instalaciones de la CNDH asegura que no regresarán el inmueble y que la oficina de Rosario Piedra y los expedientes no fueron violentados.

Información de Agencias