Antonio de la Cruz fue baleado el 29 de junio en Ciudad Victoria, Tamaulipas, que linda con la frontera de Texas. El trabajador de prensa ejercía su función en el periódico ‘Expreso’ y se especializaba en la industria ganadera. El medio exigió a las autoridades que su asesinato sea esclarecido, mientras el país continúa como el más peligroso para ejercer el periodismo tras una docena de reporteros acribillados en 2022.
México volvió a ser noticia por una nueva agresión fatal contra un miembro de la prensa. El reportero Antonio de la Cruz fue asesinado por impactos de bala en el departamento de Ciudad Victoria, dentro del estado norteño de Tamaulipas.
Durante el ataque también fue herida su hija, consignó el portal internacional France 24.
“Nuestro compañero fue atacado a balazos este miércoles cuando salía de su domicilio”, informó en su sitio web el periódico ‘Expreso’, medio para el que trabajaba De la Cruz.
“Exigimos que este crimen no sea otro más que quede en la impunidad”, agregó el rotativo, así narra la noticia el periodista Ramiro Cue Barberena, asignado por France 24 a la cobertura en América Latina.
Y mientras eso pasa en Tamaulipas; en Hidalgo un grupo de diputados y periodistas pretende retrasar la probación de la Ley de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y de Salvaguarda de los Derechos para el Ejercicio del Periodismo, tan solo para que no se dé dentro del periodo del Gobierno saliente que encabeza Omar Fayad y si para que el entrante Julio Menchaca, tenga esa palomita.
Ellos hablan de no politizar la ley y ellos mismo lo hacen.
Ellos acusan a un grupo de querer ser los protagonistas, y ellos mismos lo son y hasta desplegados y comentarios en redes sociales se hicieron, bueno el jaloneo se dio en las notas periodísticas y en las columnas, así como en las estaciones de radio y por internet, el caso es que mientras todos hablamos y todos opinamos, perdemos más tiempo, sí, más tiempo que se suma a los 10 años que ya pasaron y aún no hay una Ley que proteja a quienes ejercen el periodismo en la entidad.
Será que quienes se oponen es que no salen a las regiones y solo redactan desde su escritorio, o solo cubren las fuentes “light” o livianas y no ven o sienten algún tipo de riesgo, o será que solo intentan hacerle un flaco favor a quienes obedecen, o su rechazo tiene que ver al resentimiento que les provoca no estar en el “ajo periodístico” y ya no gozan quizás de los reflectores para que todos les reconozcan y les rindan pleitesía.
Me parece que es mezquino detener una ley que hace tanta falta, afortunadamente, en Hidalgo, no hay muertes de periodistas que lamentar, se han consignado hechos de violencia y persecución política, pero no ha pasado de ahí, hay amenazas, pero hasta ahí quedaron, hubo balazos en la casa de alguien y ahí nadie murió, sin embargo, se debe atajar eso, y cuando ocurra debe haber a quien recurrir y que esos atentados no queden en la impunidad, por eso la Ley es más que necesaria.
Si quieren estar dentro, adelante, que pongan sus nombres y apellidos, que sean ellos quienes se lleven el reconocimiento, pero que den paso al proceso legislativo sin poner piedras en el camino, por eso diputado Roberto Rico si es posible anexar nombres de esos personajes hágalo, pero por favor que la Ley avance.
Y es que todos saben las condiciones en las que desarrollan su actividad periodística los colegas de Tula, de Huejutla y del Valle de Tulancingo, para nadie es desconocido lo que ocurre en esas regiones y qué tipo de delitos están a la alza y porqué las coberturas se tornan cada vez más peligrosas, por eso, reitero, la ley urge, y urge el reglamento, y urge que se conformen las comisiones y se nombre al fiscal.
Ojalá que los foros regionales en las zonas de cobertura de alto riesgo dejen clara la urgente necesidad de tener una Ley de Protección a Periodistas y quienes se empeñen en atorarla, estén consientes de la enorme responsabilidad que tienen sobre sus hombros, ojalá que sean solidarios y empáticos y vean que esto no es de colores o partidos, de entrada, mintieron cuando aseguraron que había intereses políticos detrás, ¿de quién? pregunto yo, que se cómo estuvo este proceso para que resurgiera la Ley y las discusiones.
Hay foros, que era lo que todos queríamos, aunque, a decir verdad, ya se habían dado en un primer intento para que la Ley de Protección prosperara, hay dialogo y eso fue más que bueno para que las nuevas generaciones de periodistas se expresaran, eso está de lujo, porque siempre es bueno escuchar a todos y recoger sus inquietudes, pero más allá de eso, polemizar y descalificar no se vale sobre todo cuando vemos caer a nuestros compañeros en otras entidades de la república.
No hay excusas, ni debe haberlas para que la Ley de Protección a Periodistas avance, así que vamos a esperar a ver de lado de quién están y cuál era el propósito real de su aversión a un gremio al que pertenecen. Que dicen que no todos somos iguales, que debe haber un censo, y un largo etcétera…está bien, solo diré que el tiempo y la realidad nos alcanzan pues mientras estaba esa discusión estéril, un compañero de Huejutla fue agredido y nadie, nadie, levantó la voz para defenderlo y no se sabe si hay un mecanismo al que se haya acogido y ya lo estén apoyando.
En fin, que se entienda que esta Ley de Protección será eso, de Protección por temas de seguridad relacionadas al ejercicio periodístico, no es para reconocer a nadie por su labor, no es una ley laboral o de prestaciones pues para eso están las instancias laborales o los sindicatos, no es una ley para dar cursos o enseñar sobre ética pues se supone que los reporteros o periodistas en el pleno ejercicio de su profesión ya saben -por lo menos- las cuestiones básicas pues estudiaron o son empíricos pero tienen tal experiencia que saben qué hacer o qué no hacer en una cobertura y sino, para eso hay escuelas.
Dejémonos de protagonismos y permitamos que esto avance, en unidad y en un inmejorable momento en que podamos celebrar y no lamentar pues miren ahora ya no hay códigos de respeto por nada, la muerte del periodista Tamaulipeco revela que una vez más que México está inmerso en una vorágine de violencia imparable que se extiende incluso a los estados más seguros como Hidalgo, así que no hay dudas, urge la Ley de Protección a Periodistas aunque a decir verdad en un país tan maravilloso como el nuestro, se han perdido casi todos los valores y los códigos de ética que las leyes de poco, de muy poco sirven.
En Corto…
En la Sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), se alistan para saber si las cuatro planillas que se registraron tendrán o no el registro y es que una vez que ya tengan luz verde los aspirantes recorrerán la entidad para convencer a los maestros sobre la viabilidad de sus propuestas; difícil la tienen algunos que despreciaron a los medios de comunicación y a su propio gremio pues pretenden perpetuarse en el poder y creo que eso ya no será así.
Hay liderazgos que se han planteado ir por el rescate de la sección XV ojalá lo logren y es que ahora esa unidad que tanto anhelaban, cobija a los del SNTE y a la CNTE por igual, así que el proyecto que encabeza Said Vargas al parecer va en caballo de hacienda.