Cártel de Sinaloa bajo acusación por tráfico de cocaína y fentanilo a Estados Unidos
Un gran jurado federal en Chicago acusó a José Ángel Canobbio Inzunza, presunto alto mando del cártel de Sinaloa, por tráfico de drogas. La acusación formal fue presentada el 4 de noviembre de 2024 en el Distrito Norte de Illinois, donde se detallan las actividades de Canobbio Inzunza. Según el documento judicial, Canobbio Inzunza, de 44 años, actuaba como asesor y jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar. Guzmán Salazar, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, asumió liderazgo tras el arresto de su padre. Se alega que junto a sus hermanos, conocidos como «Los Chapitos», dirigió una facción del cártel.
Los documentos de la acusación sostienen que Canobbio Inzunza conspiró con «Los Chapitos» para fabricar e llevar drogas con destino a Estados Unidos. Entre las sustancias las cuales presuntamente producían se encuentran cocaína, fentanilo, metanfetamina y marihuana. Las autoridades alegan que Canobbio Inzunza financió y lideró un grupo armado de seguridad, llamado «Los Chimales». Este grupo, según la acusación, brindaba protección a la facción Guzmán del cártel de Sinaloa en México. Además, «Los Chimales» habrían participado en enfrentamientos armados para facilitar las actividades de tráfico de drogas.
Dicha acusación del Departamento de Justicia, específica que Canobbio Inzunza enfrenta cargos por conspiración para fabricar y distribuir sustancias controladas. También se le acusa de la importación ilegal de drogas hacia los Estados Unidos. De ser hallado culpable, Canobbio Inzunza podría recibir una condena máxima de cadena perpetua. La sentencia será determinada por un juez federal, quien considerará las directrices de sentencia de Estados Unidos. Si bien existe una orden de arresto, para el Departamento de Justicia Canobbio Inzunza reside actualmente en México.
Nicole M. Argentieri, jefa de la división penal del Departamento de Justicia fue la encargada de anunciar los cargos. También participaron el fiscal interino Morris Pasqual y otros altos funcionarios de agencias de seguridad estadounidenses. Entre los organismos involucrados en la investigación están el FBI y el Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI). La investigación fue coordinada desde las oficinas de campo del FBI en Washington y San Diego.
Este caso forma parte de una operación de la Fuerza de Tarea Antidrogas contra el crimen organizado, conocida como OCDETF. La OCDETF se dedica a identificar y desmantelar redes de narcotráfico y otras organizaciones criminales en Estados Unidos. El equipo de investigación está liderado por Kirk Handrich, abogado de la sección de narcóticos y drogas peligrosas, y otros fiscales federales adjuntos.