· Que la reciente muerte de un adolescente de secundaria en Pachuca abre la discusión sobre lo que ocurre en las escuelas porque donde los alumnos deberían encontrar refugio, acompañamiento y sobre todo protección de sus maestros y mentores, hoy son lugares donde encuentran la muerte o las condiciones que los lleven a salir por la puerta falsa.
· Que la pregunta que todos se hacen es ¿Qué fue lo que pasó en la secundaria de la Colonia La Raza donde estudiaba Hasta hoy no se sabe, pero la Procuraduría de Justicia ya investiga.
De entrada el que la autoridad gubernamental justifique o trate de proteger a la presunta culpable e incrimine a sus familiares o encamine a la opinión pública hacia cuestiones externas o al entorno del jovencito, le quita las responsabilidades a la Secretaría de Educación, el riesgo es que la muerte quedaría impune y con el riesgo de que le ocurra a alguien más, si es que la prefecta hubiera procedido con alguna conducta violenta y por temor a los daños colaterales, prefieran mantener en la opacidad el resultado de la investigación.
· Que, en casos como estos, hacen falta las voces de diputados valientes que no le teman a las represalias, y exijan esclarecimiento total de los hechos y emplacen a la Secretaría de Educación sea totalmente imparcial y cree programas para vigilar la conducta del personal, también faltan las Ongs pero sus lideres tampoco pueden hablar pues todas lograron lo que tanto anhelaban, ascender al tan ansiado poder y pues ahora no hay quien cuestione y quien presione a la autoridad para que estos atentados contra los derechos humanos sean investigados y castigado.
· Que qué actitud del secretario de Educación, Natividad Castrejón deja mucho que desear pues prácticamente “huyo” de la prensa, esa actitud desde luego indica que algo trata de ocultar y hace aún más dudoso lo que han dicho en entorno al caso del jovencito.
