Carlos Ramos

Hay que aceptarlo y hay que decirlo, si alguien es responsable de que los estadounidenses pretendan enviar hombres armados a México para frenar a los crimínales es el presidente AMLO.

Aquí en territorio nacional puede jugar con frases de “lo que diga mi dedito” o “amor con amor se paga “, pero a una nación como la norteña vecina no se le puede convencer de que con “abrazos y no balazos” o que las abuelas nalguean a los sicarios para enmendarlos.

La seguridad nacional es una estrategia fallida del gobierno federal por donde se le vea.

Lo mismo se le ocurre liberar a Ovidio que abrir las fronteras a caravanas de migrantes sin protocolos de seguridad o sanitarios.

El presidente guarda silencio ante la operación de un Jumbo boletinado como terrorista que despegó de México a Sudamérica o finge no saber que el fentanilo asiático ingresa a nuestro país por las porosas aduanas controladas por Marina.

AMLO se ha burlado de las masacres y todo lo atribuye a ataques mediáticos de los conservadores para desprestigiar su gobierno como si no fueran suficientes los cientos de miles de cadáveres y desaparecidos en su administración.

El presidente es el responsable de haber nombrado a Alfonso Durazo al frente de la seguridad nacional y más tarde a la periodista Rosa Icela Rodríguez.

AMLO no quiere escuchar que en Estados Unidos hay investigaciones abiertas contra su secretario de gobernación, su hijo y el presidente de Morena.

A AMLO se le resbaló que el único mencionado en el juicio de García Luna fue él.

No quiere abordar el tema del General Cienfuegos. Asume que su política exterior es tan exitosa que hasta a el titular de Relaciones Exteriores lo mide como presidenciable. Tolera que en la CDMX exista la presencia de Cárteles en Tepito, Tláhuac, La Merced, Santo Domingo, Topilejo…y que el CJNG envíe mensajes de que ya está en la CDMX.

Aplaude a gobernadores como el de Veracruz, Morelos y Guerrero, cuándo los índices de secuestros y muertes crecen exponencialmente igual que las mantas y evidencias de contubernios con las autoridades.

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Minimizó AMLO el sacrificio artero contra dos jesuitas y el fusilamiento de la familia LeBaron.

No tomó acción ante la agresión urbana de “Los Motonetos “en Chiapas, solo le preocupa impulsar a Delfina Gómez para hacer sonora su aburrida consideración de “vamos requetebién”.

Estados Unidos sabe que el poder del crimen organizado en muchas regiones ya superó en todos sentidos a las autoridades y por ello imponen en el poder a sus incondicionales.

Horacio Duarte usted sabe qué pasó con el robo de 20 contenedores de oro y plata en Manzanillo o anda muy ocupado de coordinador de campaña en el Edomex.

La Guardia Nacional sirve para extorsionar en las carreteras o para entretenerse con los celulares en los andenes del Metro, porque dicen que el sabotaje en el transporte subterráneo se debe precisamente al crimen organizado.

El presidente es el responsable incluso de alentar la violencia desde las mañaneras y radicalizar a una sociedad intimidada por los delincuentes. Por ello el Ejecutivo estimula la idea extranjera de venir a hacer su trabajo.

*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio

@cramospadilla