El futuro insostenible de la NASA frente a la falta de presupuesto e innovación

Peligra el futuro de la NASA por falta de presupuesto e innovación

 

Un informe solicitado por el Congreso de Estados Unidos indica que la NASA tiene un futuro incierto como producto de la falta de presupuesto e innovación

Aunque la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) goza de una popularidad destacable, un informe publicado por un comité de expertos aeroespaciales advierte que la entidad estadounidense carece de una estrategia que la ayude a sostenerse en el tiempo. Según los expertos, el éxito de la dependencia está comprometido por la falta de recursos y de innovación.

En «NASA at a crossroads» (NASA en una encrucijada) se indica que el organismo prioriza grandes y codiciosos proyectos a corto plazo en detrimento de su infraestructura básica. Esto produce que su capacidad para innovar y desarrollar tecnologías de punta se debilite. «El resultado inevitable de tal estrategia es erosionar aquellas capacidades esenciales que llevaron a la grandeza de la organización y que sustentan su potencial a futuro», afirma el comité enviado por el Congreso de Estados Unidos para revisar los objetivos y planes de misión próximos.

Al mismo tiempo, los especialistas aseguran que alrededor del 83% de las instalaciones de la NASA «ha superado con creces su vida útil«. Además, señalan que el presupuesto es insuficiente para «cubrir sus ambiciones». Se calcula que la subvención que la dependencia recibe está 3 mil millones de dólares por debajo de lo que necesita.

Uno de los autores del informe, el exdirector ejecutivo de Lockheed Martin, Norman Augustine, sostiene que, a falta de mayor presupuesto, será necesario cancelar, retrasar o ajustar las misiones más costosas para invertir en activos institucionales de suma relevancia estratégica. En este sentido, sugiere rediseñar algunos planes de la organización, tales como el programa «Mars Sample Return» (MSR), una misión que traerá de Marte muestras de roca, suelo, atmósfera y otros materiales superficiales.

Los ejemplares tendrían que llegar a la Tierra en 2040. Sin embargo, el costo del operativo, que alcanza los 11 mil millones de dólares, obligó a la administración espacial estadounidense pensar en un plan alternativo más asequible.

Augustine sostiene que la creciente dependencia del sector privado no le permite a la NASA desarrollar tecnologías de vanguardia y retener al mejor talento. Al quedar supeditada a la supervisión de las actividades de las firmas privadas, el organismo pierde la capacidad de atraer personal cualificado. «[La NASA] tendrá problemas para contratar ingenieros innovadores y creativos. Los especialistas con estas características no quieren tener un trabajo que consista en supervisar el trabajo de otras personas», afirmó el especialista.

Por otro lado, la crisis se agrava por el ascenso del programa espacial chino. «El impacto de la ciencia y la tecnología en general ha seguido creciendo. En palabras del presidente de la República Popular China, Xi Jinping, ‘la innovación tecnológica se ha convertido en el principal campo de batalla del juego global y la competencia por el dominio tecnológico será cada vez más feroz’», sentencia el informe.

Bill Nelson, administrador de la NASA, respondió en un comunicado a las conclusiones del informe. Nelson afirmó que la dependencia seguirá trabajando para aplicar las recomendaciones del comité y así, garantizar la sostenibilidad de la infraestructura, la fuerza laboral y la tecnología que la agencia.