Los organizadores del certamen literario presentan su 14ª edición y rechazan que se vetara al dramaturgo: “Siempre estuvo invitado y lo sigue estando»
24 de octubre de 2022.- El festival literario Eñe ha presentado hoy lunes los grandes nombres que participarán en su 14ª edición, que se celebrará del 11 al 27 de noviembre en Madrid y Málaga. Pero en la extensa programación ya no figuran unos cuantos protagonistas. Tanto el dramaturgo Paco Bezerra como cinco editores han anunciado que no acudirán si no se mantiene la participación de Bezerra en el acto al que fue invitado inicialmente. De ahí que las ausencias en la rueda de prensa llamaran la atención al menos tanto como las presencias. O más. Luis Posada, director de la iniciativa, ha defendido que la organización no ha cometido “ningún error” y que el autor “siempre estuvo invitado y lo sigue estando”, igual que los responsables de los sellos. Entre otras expresiones, en la presentación se ha escuchado hablar de “libertad”, “puertas abiertas” o “festival del ‘sí”.
Pero el silencio de Posada ante otra pregunta ha sonado como un “no” rotundo: nada dijo sobre la posibilidad de reconsiderar su decisión.
La caja de Pandora se abrió cuando el certamen anuló la participación de Bezerra y del responsable de La Uña Rota, Carlos Rod, en una charla entre editores y autores en la Biblioteca Regional Joaquín Leguina, que depende de la Comunidad de Madrid. A cambio, la organización propuso al dramaturgo recolocarle en la librería Alberti o la de La Fábrica, en un acto en solitario. El festival explicó en un comunicado: “El cambio […] responde únicamente a los habituales ajustes en la parrilla de la programación de un evento que se celebra en más de 32 sedes a lo largo de 17 días, así como al interés de Festival Eñe en ofrecer a Bezerra un acto de una duración más acorde al interés de su obra”. Pero tanto el artista como Rod solo aceptan la invitación en el formato y lugar original. Y, ante el veto sufrido por el dramaturgo, los responsables de Capitán Swing, Sexto Piso, Nórdica e Impedimenta también han cancelado su asistencia al encuentro de la biblioteca.
Posada ha reconocido que los editores les “manifestaron sus dudas” y que el certamen les ha dado “tiempo para pensarlo y hablarlo”. De hecho, el Escenario Sinóptico, el marco que iba a acoger la conferencia de la discordia, no aparece en la web del festival, pero sí se mantiene en el programa descargable, aunque tan solo con una descripción genérica: “Conversaciones, recitales y presentaciones en formato breve con propuestas de editoriales independientes”. “La apertura es completa”, ha reiterado Posada. El camino hacia una solución consensuada, sin embargo, se estrecha cada vez más. Por el paso del tiempo.
Porque los editores precisamente expresaron, junto con su renuncia, la esperanza de que el certamen cambiara de idea, para regresar al encuentro. Y, también, porque la intervención de Bezerra en la charla iba a centrarse en la obra Muero porque no muero, basada en la vida de Teresa de Jesús, que fue retirada en mayo de la programación de los Teatros del Canal, dependientes de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid.
El organismo alegó entonces razones económicas, aunque la producción tenía ya el presupuesto ajustado. Y cuando la cancelación llegó a debatirse en la Comisión de Cultura del parlamento regional, el portavoz de Vox, Gonzalo Babé, afirmó: “Les agradezco que no programen una obra tan dañina y esperpéntica, muchas felicidades por no programar semejante daño a la cultura española”. ¿Alguna acción del Gobierno de la Comunidad de Madrid o del festival Eñe puede haber contribuido a crear este problema con el dramaturgo? Ante la pregunta, Marta Rivera de la Cruz, presente en la rueda de prensa y responsable de la Consejería de Cultura, no ha dicho nada. En su intervención anterior, eso sí, había asegurado que “este certamen se ha enfrentado a crisis, vientos y mareas, y siempre lo ha hecho muy bien”. Y Posada ha afirmado que ha habido “ninguna injerencia” en la organización de Eñe por parte de la Comunidad.
Así, unos minutos de atmósfera tensa han cerrado un acto volcado, durante casi una hora, en celebrar el desfile de autores que dará brillo a la edición “mayor y de mayor profundidad” de la cita, según Alberto Anaut, director de La Fábrica, uno de los organizadores del evento. Se trata, al fin y al cabo, de más de 80 encuentros, en 32 espacios, con más de 150 protagonistas y a lo largo de 17 días: del 11 al 27 de noviembre. Y en dos ciudades: Madrid y Málaga. Es decir, más tiempo, más sedes, más programación e incluso más premios.
Quiere abrumar tanto con sus números como con sus invitados: Erri de Luca, Manuel Rivas, Gabriela Wiener, Nona Fernández, Chantal Maillard, Niño de Elche, Edurne Portela o Joaquín Sabina, por citar solo unos pocos. Argentina, el país invitado, traerá a escritores como Martín Caparrós, Juan Gabriel Vásquez, Eduardo Sacheri o Gabriela Cabezón Cámara. Habrá presencia mexicana y chilena, conciertos de jazz y recitales de poesía, momentos para la literatura infantil o la lectura en voz alta. Y, por primera vez, el certamen acogerá dos programas centrados en el vasco y el catalán.
El primero, comisariado por Bernardo Atxaga, cuenta con Uxue Apaolaza, Leire Bilbao, Jabier Muguruza o… el propio Atxaga, que se ha incluido por partida doble en los actos. Y la periodista Llucia Ramis, responsable del apartado catalán, ha invitado a creadores como Mercè Ibarz, Núria Perinyà o el vocalista del grupo Manel, Guillem Gisbert.
Todo bajo la batuta de la directora artística de este año, Lola Larumbe, responsable de la librería madrileña Alberti. La experta ha relatado lo difícil que fue pensar en algo original para un festival por donde han pasado “casi todos los autores”. Finalmente, lo encontró en un tema que hiciera de hilo conductor: “La relación con lo natural”. La directora artística también ha citado, al principio y final de su intervención, al poeta Joan Margarit: “La libertad es una librería”. Inevitable, eso sí, preguntarse si cualquiera es libre de entrar.