Durante presidencia de Bolsonaro ocurrió 73% ​de deforestación en la Amazonía​

La Amazonía contiene entre 90 y 140 mil millones de toneladas métricas de carbono

 

Greenpeace Brasil declara a Brasil como víctima de un proyecto de destrucción, después de la administración de Bolsonaro y sus recortes al medio ambiente.

El 30 de octubre de 2022, se realizó la segunda vuelta de elecciones presidenciales en Brasil, con el fin de elegir entre el actual mandatario Jair Bolsonaro o el expresidente Luiz Lula da Silva. Estas elecciones, en la cual Lula resultó vencedor, cobran relevancia también para el resto del mundo debido a que, durante el período presidencial de Bolsonaro, Greenpeace mencionó que Brasil tuvo un desmantelamiento ambiental.

De acuerdo con el artículo de Greenpeace Brasil La verdad sobre la Amazonía bajo el gobierno de Bolsonaro: «la administración de Bolsonaro ha hecho un esfuerzo diario para destruir el patrimonio natural de los brasileños«. Pues la deforestación promedio en la Amazonía brasileña en los primeros tres años de su gobierno (2019-2021) en comparación a los tres años anteriores (2016 -2018), aumentó 52.9 por ciento.

Amazonía es la selva tropical más grande del mundo, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) esta región es el hogar de 10% de la biodiversidad conocida. Además, sus ríos representan entre el 15 y 16% de la descarga fluvial total a los océanos del mundo. WWF declara el Bioma Amazónico como «virtualmente inigualable«, considerando que el río Amazonas fluye a lo largo de más de 6,600 km. En el río vive al rededor de 85% de las especies de peces en América del Sur.

Por otra parte, la Amazonía contiene entre 90 y 140 mil millones de toneladas métricas de carbono, menciona WWF. Mientras el Instituto Forestal Brasileño, declaró que 30 millones de las especies animales viven en la Amazonía, incluyendo más de mil tipos de aves.

Sin embargo la selva más grande del mundo se vio afectada durante 2019 y 2021 por la deforestación de 13.235 km² en el bioma. En el artículo publicado por Greenpeace, el 28 de octubre de 2022 manifiesta algunas acciones, las cuales incrementaron la falta de cuidados al medio ambiente.

La primera es el favorecimiento del Ministerio de Medio Ambiente, al frente de Ricardo Salles, hacia los sectores maderero, minero y de la construcción civil. Lo anterior con la creación de normas que no necesitaban pasar por el Congreso, lo cual las hacía infralegales, según la organización civil. Entre estas normas se encuentran:

  • Permitir la venta de madera sin prueba de origen
  • Construcción sobre manglares y arenales
  • Amnistía a los deforestadores

Ricardo Salles el 23 de junio de 2021, dejó como legado «dos años de alta deforestación, dos récords sucesivos de incendios en la Amazonía». Así como «el 26% del Pantanal calcinado y la imagen internacional del país en lodo«, declara Greenpeace Brasil.

Pese a que, durante su campaña, Bolsonaro prometió no demarcar «un centímetro» de tierra indígena, Greenpeace expone las alianzas del presidente brasileño con los ruralistas en el Congreso y el intento de acabar con las tierras indígenas. Para 2020 envió al Congreso el Proyecto de Ley 191/2020, el cual abrió tierras indígenas para la exploración de minerales y energía. Y con lo mencionado en el artículo, con datos del MapBiomas, entre 2019 y 2020 en estos territorios se abrieron las zonas mineras más grandes desde la década de 1980, multiplicando por diez en el período la destrucción de bosques para la minería ilegal.

El gobierno de Bolsonaro «censuró las investigaciones de los funcionarios en el área ambiental y desacreditó a los científicos responsables de los datos de deforestación«, indica la asociación civil. También se habla del presupuesto de 2021, asignado al medio ambiente como el más bajo en los últimos 21 años. Además, entregó a las Fuerzas Armadas las acciones contra la deforestación, dando como resultado un 73% de daño en la Amazonía.

Noruega y Alemania suspendieron las donaciones al Fondo Amazonía, tras la propuesta del presidente brasileño para usar ese dinero como indemnización a los ocupantes de terrenos públicos. Mientras tanto, el ministro de Economía, Paulo Guedes, defendió en el Foro Económico Mundial un modelo de agricultura atrasado, tóxico y excluyente, de acuerdo con Greenpeace. Por otra parte, Brasil se opuso a un acuerdo global para la protección de la biodiversidad en la Convención de las Naciones Unidas, sobre la Diversidad Biológica.

Los planes de campaña de Bolsonaro respecto al tema ambiental no cambiaron, pues planteó seguir con la destinación de presupuesto a las Fuerzas Armadas para salvaguardar el medio ambiente. Acción que le trajo críticas de parte de ambientalistas, los cuales reclaman la falta de resultados positivos en su actual gubernatura.

Luiz Inácio Lula Da Silva, durante su campaña declaró combatir la minería ilegal, los incendios y la deforestación en la selva amazónica. Además del fortaleciendo los órganos de preservación y control, debilitados durante la gestión de Bolsonaro. Durante su administración pretende recuperar los recursos del Fondo Amazonía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asumidas en el Acuerdo de París.