Triunfo histórico en medio de una polarización profunda en la sociedad estadounidense
Donald Trump logró un regreso histórico a la presidencia de Estados Unidos, tras vencer a Kamala Harris en una de las elecciones más polarizadas de la historia reciente. En un ambiente de intensos cuestionamientos sobre el rumbo de la democracia estadounidense, el exmandatario, que había ocupado la presidencia entre 2017 y 2021, vuelve a la Casa Blanca para asumir como el 47º presidente el próximo enero de 2025. Su retorno genera entusiasmo entre sus seguidores y despierta preocupaciones en sectores críticos por las posibles repercusiones en derechos civiles, políticas ambientales y tensiones internacionales.
Trump celebró el Centro de Convenciones de Palm Beach, Florida, donde estuvo acompañado de familiares, asesores, empresarios y simpatizantes de su partido, que se unieron a la celebración en un acto marcado por el tono victorioso. Durante su discurso, agradeció a sus seguidores y reafirmó sus compromisos de campaña, que ahora deberá enfrentar en un contexto de profunda división en el país.
Para lograr su victoria, Trump aseguró los votos en los principales «swing states» o estados bisagra, conocidos por ser decisivos en los resultados. Ganó por márgenes estrechos en Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin, asegurando los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para proclamarse presidente. Esta hazaña en los estados clave fue fundamental, considerando que en las elecciones de 2020 estos territorios habían sido ganados por el entonces candidato demócrata, Joe Biden.
El desempeño del Partido Demócrata se debilitó notablemente en comparación con las elecciones de 2020, donde Biden se impuso en varios estados que esta vez resultaron favorables para los republicanos. Luego de un bajo rendimiento en el primer debate televisado frente a Trump, Biden renunció a su candidatura a la reelección, dejando paso a su entonces vicepresidenta, Kamala Harris. Sin embargo, Harris no logró retener los bastiones de Georgia, Nevada, Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona, que en 2020 fueron determinantes para la victoria demócrata y que ahora se inclinaron hacia el bando republicano. Biden solo había perdido Carolina del Norte en las elecciones anteriores, un estado que los republicanos mantuvieron en esta última contienda.
Así, el regreso de Donald Trump presenta un desafío para la estabilidad interna del país, en especial en la economía. Sectores de la población están expectantes ante las reformas y decisiones que pueda implementar en este nuevo mandato. México podría ser, como en su primera presidencia, un elemento clave de su política tanto en comercio con el T-MEC como en materia migratoria.