El 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría. El mejor de entre todos los mejores meses se celebra esta increíble emoción que el ser humano busca tanto durante su vida, sin darse cuenta de que ser alegre es una decisión que genera felicidad
Cada 1 de agosto, desde el año 2010, se celebra “El Día Mundial de la Alegría”, se celebra en el mejor de los mejores meses del año con el objetivo de reflexionar sobre la importancia de tener presente esta emoción que cura y que debe experimentarse en cada instante de la vida. ¡Su poder es transformador!
Se trata de una emoción buena, agradable que experimenta el ser humano en raras ocasiones durante su vida, esperando encontrar suficientes y grandes razones para alegrarse, porque no se han dado cuenta de que ya las tienen pero no las han valorado.
Se eligió este día debido a que en este mes muchos disfrutan sus vacaciones visitando sitios alejados de su rutina laboral o sus actividades educativas.
Esta celebración surge en 2010, en el Primer Congreso Nacional de Gestión Cultural, Chileno, donde el colombiano, Alfonso Becerra, propone crear una fecha, para conmemorar el estado de alegría de los seres humanos, y extender lazos de hermandad entre las personas.
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En los humanos la alegría se ha convertido en una emoción corta, casi imperceptible, que dura poco en el tiempo y es porque no saben cómo valorar su existencia en esta vida a pesar de las dificultades inherentes a estar vivos.
Una persona optimista resalta, resuelve, es empática, encuentra en cada detalle oportunidad de sonreír y ser feliz. No alcanza a ser amarga, triste, sentirse víctima de las circunstancias.
Así que aprovechemos este 1 de agosto para reflexionar sobre la elección de ser alegres o amargados.
Esta efeméride se celebra actualmente en más de una decena de países, entre ellos México, Colombia, Chile, Brasil, Argentina y otros.
La propuesta de Becerra busca motivar a los ciudadanos del mundo sobre la importancia de la alegría en su vida diaria, aun cuando ésta no se presente el 100 por ciento del tiempo.
Reírse a menudo supone tener una media de 4 años más de vida y está comprobado científicamente.
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