Contaminación en la Estación Espacial Internacional es mayor que en Estados Unidos

Astronautas en la Estación Espacial Internacional están expuestos a compuestos altamente dañinos, señala nuevo estudio

 

La Estación Espacial Internacional (EEI) se ha caracterizado por ser uno de los pocos lugares donde la ciencia no tiene fronteras. Sin embargo, recientemente se encontró que la contaminación en los sistemas de filtrado del aire era superior a los encontrados en los hogares estadounidenses.

En 1998, se lanzó lo que sería el mayor proyecto científico llevado a cabo por la humanidad y uno de los mejores ejemplos del poder de la ciencia para la cooperación internacional. Como el mismo planeta, debe de mantener con vida a los tripulantes y aunque recibe suministro frecuentemente, su operación está planificada cuidadosamente. Fue construida para ser capaz de garantizar cosas básicas y esenciales, como aire limpio y agua potable, pues reponerlos constantemente resultaría excesivamente caro.

Siendo el primer estudio de este tipo, un equipo de investigadores analizó muestras de polvo de los filtros de aire de la Estación Espacial Internacional. Entre sus hallazgos se destacó que se encontraron niveles de contaminación orgánica mayores a la media registrada en hogares de Estados Unidos.

El estudio, publicado el 8 de agosto en la revista Environmental Science and Technology Letters, se realizó con la colaboración de la Universidad de Birmingham en Reino Unido y el Centro de Investigación Glenn de la NASA.

De acuerdo con la publicación, se encontraron diferentes compuestos químicos potencialmente dañinos en el polvo. Entre los más preocupantes se encuentran éter difenílico polibromado, hexabromociclododecano, materiales ignífugos bromados, estrés de organofosfatos, bifenilos policlorados, entre otros.

Estos compuestos son materiales útiles en situaciones concretas y por ende, beneficiosas para el desarrollo tecnológico. Sin embargo, si entran en contacto con un cuerpo en proporciones adecuadas, pueden resultar dañinas.

Algunos de los compuestos encontrados son usados en varios países para cumplir con las normas de seguridad contra incendios en equipamiento eléctrico y otros están en combustibles a base de hidrocarburos. No obstante, sus potenciales efectos en la salud han provocado que algunos sean prohibidos, o en el mejor de los casos, limitado su uso.

Cuatro de los compuestos encontrados están clasificados por la Convención de Estocolmo como contaminantes orgánicos persistentes y otros están clasificados como cancerígenos.

Los investigadores implicados consideran que muchos de los compuestos contaminantes podrían reducirse si se elige cuidadosamente los materiales usados durante la construcción de los sistemas. Si bien, se encontraron más contaminantes en la EEI que en los hogares estadounidenses, los niveles detectados están dentro del rango aceptado y no presenta niveles alarmantes.