Influencers pueden ganar credibilidad cuando su información se difunde de manera masiva, opinaron especialistas
De acuerdo con un estudio realizado por el CCDH, ómicron modificó la manera en que las personas aceptan la desinformación en la pandemia por Covid-19.
Un estudio realizado por el Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH, por sus siglas en inglés) indicó, al menos una docena de cuentas influyentes en redes sociales han sido responsables del 65% de la propaganda antivacuna y otros mensajes de desinformación sobre el manejo sanitario durante la pandemia por Covid-19. Bajo esta línea el Foro Económico Mundial (WEF) informó, los contagios por la variante ómicron trajeron consigo una nueva ola de desinformación en internet, especialmente a través de redes sociales.
La importancia de compartir información con veracidad y utilidad ante la situación sanitaria global es indispensable para prevenir contagios y mejorar la salud pública, opinó el WEF. Ómicron se convirtió en una variante que modificó la logística de los laboratorios y farmacéuticas, en tanto mostró resistencia importante a la vacunación y su contagió presentó mayor rapidez. Al respecto las farmacéuticas Pfizer-BioNTech, AstraZeneca, J&J y Moderna anunciaron el inicio de estudios clínicos para mejorar sus vacunas en las próximas variantes del virus Sars-Cov-2. En caso de mostrar resultados favorables, este hecho marcará el precedente para vacunas especializadas en generar anticuerpos y actividad neutralizante específica con base en las variantes, informaron las compañías.
Especialistas del foro indicaron, un factor que contribuye a la creencia de desinformación sobre la variante ómicron son las nuevas pruebas requeridas para mejorar las vacunas y otras medidas de respuesta sanitaria. Si bien algunos participantes tienen intenciones maliciosas al transmitir información falsa sobre la pandemia, entre las 12 figuras influyentes detrás del mayor volumen de desinformación existen grupos afiliados que permanecen escépticos debido a una respuesta lenta e ineficiente de las autoridades. «El escepticismo de la opinión de influencers puede tener una buena intención, al desconfiar de ciertos datos oficiales, pero carece de validez científica«, agregaron.
Durante 2020 y 2021 especialistas estudiaron por qué las personas responden con mayores prejuicios ante información de la pandemia cuando proviene de las principales redes sociales. Según el Journal of Medical Internet Research, entre más se repita y se difunda un mensaje tiende a ganar credibilidad. Ello es especialmente importante frente a la gran cantidad de información que circula en internet, ya que las figuras con mayores seguidores tendrán una voz más influyente.
John Karson, profesor de antropología en la LSHTM de Londrés informó para el WEF, los mensajes políticos detrás de la información sobre la Covid-19 puede afectar la recepción de las personas. Sin embargo, aunado a la postura política de la desinformación los mensajes tienen mayor impacto debido a la inconsistencia de la respuesta sanitaria. Entre mensajes divergentes sobre pases de vacunación, restricciones de movilidad, líderes que levantan las restricciones sanitarias y cifras de infectados, las personas son más susceptibles a aceptar los mensajes más influyentes, concluyó.