Por Roberto Cienfuegos J.

Circula en redes un video con varios testimonios de trabajadores-periodistas que fueron corridos de Notimex por la titular de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, cuyo nombre si es que tiene prefiero no acordarme, con un desprecio inhumano e inaudito, y al margen de todo principio de legalidad. Increíble que algo como esto ocurra.

A lo largo de más de un año de iniciada la huelga, cuya legitimidad y legalidad están sobradamente comprobadas, hago notar esta vez la conducta cruel, inhumana y contraria a una ética mínima en el ejercicio de un cargo público de responsabilidad.

Según esos testimonios de personas agrupadas en el Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (Sutnotimex), desde hace más de un año que iniciaron la huelga han tenido que idear diversas actividades para generar ingresos económicos que les permitan sobrellevar su propia subsistencia, la de sus hijos y familias en numerosos casos.

Es cierto, estos trabajadores han tenido apoyo de sus familias, amigos, vecinos, diversos grupos, organizaciones sindicales y hasta de ciudadanos prestos a tenderles la mano en la aciaga circunstancia de una huelga que ya entró en su segundo año, como el Covid-19 en el país, sin que los que ostentan cargos de dirección y responsabilidad en esa empresa noticiosa del Estado tengan un interés mínimo de sentarse a escuchar y mucho menos de proponer una vía de solución al conflicto laboral, iniciado por el Sutnotimex ante la vergonzosa acometida contra los empleados de esa agencia.

Los trabajadores despedidos de Notimex, periodistas, editores, redactores y fotógrafos, entre otros, han tenido que vender todo tipo de artículos, comida y hasta tamales. Otros han recurrido al endeudamiento vía préstamos de amigos y familiares con la expectativa y en particular, la esperanza de que alguna vez tendrán forma de pagarlos. Los despidos de estos trabajadores, cientos de ellos, fueron un abuso de poder total. Se añadió la ilegalidad del procedimiento que -insisto- se consumó sin un sentido básico de justicia y humanidad.

¿Pues de qué están hechos esos funcionarios y/o autoridades? Tengo mi hipótesis, pero prefiero reservarla porque aun en este caso se requiere preservar la decencia y el buen decir personal.

Conozco, muy desafortunadamente, a varios de esos funcionarios y/o autoridades de la Agencia. Su bagaje causa pesar y daño, que es lo peor. Son debutantes en el ejercicio del poder. De esa forma han actuado, ensoberbecidos, envanecidos, fanatizados. No son mejores que nadie y resultan peores que muchos al generar daños, tal vez irreversibles, al patrimonio del Estado, a los empleados más vulnerables de la Agencia y los hijos y familias de éstos. Dan pena. Sus cargos, señoras y señores que siguen cobrando en Notimex, no serán eternos. Se los digo porque parecen olvidarlo. Si acaso, estarán allí, cobrando y haciendo daño, hasta el 2024. La vergüenza les sobrevivirá, si es que les queda algo o conocen algo de ella.

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